Reforma de la Curia; por llegar la Congregación para los laicos y la familia

Reforma de la Curia; por llegar la Congregación para los laicos y la familia

El C9 está afinando la propuesta que será presentada al Papa, quien podría decidir crearla antes de que se defina el plan completo de la reforma

Por ANDREA TORNIELLI

CIUDAD DEL VATICANO

Concluyen hoy los trabajos de la reunión del C9, el consejo de los cardenales encargados de estudiar la reforma de la Curia romana y ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal. Después de la primera iniciativa, relacionada con la Secretaría para la Economía, un próximo paso será la institución de una nueva Congregación, dedicada a los laicos, a la familia y a los temas relacionados con la vida.

Una propuesta semejante del C9 ya fue discutida durante la reunión de los encargados de los dicterios de la Curia romana, después fue expuesta y discutida por todos los cardenales reunidos en Consistorio en febrero de este año. En esa ocasión, la propuesta tuvo un amplio consenso. El nuevo dicasterio, pues, englobará las competencias actualmente divididas entre el Pontificio Consejo para los Laicos, guiado por el cardenal Stanislaw Rylko, y el Pontificio Consejo para la Familia, guiado por el obispo Vincenzo Paglia. La Pontificia Academia para la Vida estará bajo su ala, pero, a diferencia de los dos Pontificios Consejos que desaparecerán, fundiéndose en el nuevo órgano, la academia (en la que participan también estudiosos no católicos) seguirá existiendo.

Es significativo que el nuevo dicasterio para los laicos tome la forma de una Congregación, es decir de un «ministerio» vaticano del nivel más elevado, como lo son las Congregaciones para la Doctrina de la Fe, para los Obispos, para el Clero, para los Religiosos, Para los Santos y para la Educación Católica. Un signo que va en la dirección de dar mayor valor al laicado, siguiendo las indicaciones del Concilio Ecuménico Vaticano II. Los cardenales del C9 presentarán, pues, una propuesta bien definida al Papa, quien probablemente no esperará la definición completa del marco de reformas ni la nueva constitución apostólica, sobre la que también está trabajando el consejo de los purpurados. En febrero de este año, el director de la Sala de Prensa vaticana, el padre Federico Lombardi, observó: «Nada impide que durante el curso de este proceso de reforma pueda ya haber ejecuciones más específicas en vía experimental, después retomadas en la redacción final». La institución de la nueva Congregación podría tardar poco, y prever un período de prueba, para después ser finalmente enmarcada en el contexto general de la reforma. En la actualidad, los dos Pontificios Consejos de los que nacerá el nuevo dicasterio para los laicos y la familia tienen su sede en el palacio vaticano de San Calixto.

Se ha hablado en varias ocasiones sobre la posibilidad de que guiaran la nueva Congregación los mismos laicos, pero desde febrero de este año el padre Lombardi excluyó que el último responsable del dicterio pudiera serlo. En cambio, no se excluye la posibilidad de que los Secretarios o Secretarios adjuntos de la Congregación puedan ser laicos.

Comentá la nota