Quién es el Señor de los Milagros de Mailín y por qué la fiesta en Varela es tan popular

Quién es el Señor de los Milagros de Mailín y por qué la fiesta en Varela es tan popular

No se puede entender el conurbano bonaerense sin las corrientes migratorias internas y externas. Y Florencio Varela no escapa a esa situación. 

El Señor de los Milagros de Mailín (también conocido como Forastero) es una de las devociones populares más importantes de nuestro país y aunque tiene su base en la provincia de Santiago del Estero donde se celebran dos fiestas anuales, la grande en mayo y, la chica, en septiembre, la dispersión de los santiagueños que salieron de su tierra en busca de una vida mejor, llevó a a la creencia a muchos rincones del país.

Una de ellas es Florencio Varela donde desde hace años se congrega una de las fiestas más concurridas de la zona y que el año pasado producto de la pandemia por coronavirus tuvo que ser suspendida. Pero, este año, con todas las medidas sanitarias, se pudo volver a la “presencialidad” lo que motivó un festejo por partida doble.

La historia indica que Mailín es un nombre de origen quichua, según documentos que datan de 1615 y su traducción indica “estanque con manantial”.

Desde el año 1882 la devoción por la imagen de Mailín fue creciendo en forma notoria, a partir del relato del anciano Juan Serrano, que en noches sucesivas observó una luz al pie de un árbol, ubicado actualmente a pocos metros del santuario de Mailín.

Llevado por su curiosidad y acompañado por otros pobladores, Serrano fue al lugar y encontró que aquella luz fulgurante que rodeaba el añoso algarrobo era la de un Cristo crucificado.

Durante varios días, Serrano y sus ocasionales acompañantes intentaron infructuosamente arrancar la cruz que se encontraba incrustada en un hueco del algarrobo.

La cruz recién pudo ser retirada en 1968 por decisión del presbítero Laureano Verez, quien certificó por escrito la versión del anciano y permitió el traslado de la imagen a una humilde vivienda que hoy se utiliza para albergar a centenares de peregrinos.

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