“No queda otro camino que el diálogo”

“No queda otro camino que el diálogo”

La encargada de abrir el mismo fue la periodista Rosario Lufrano, asegurando que "no hay otro camino que el diálogo.

El panel matutino de ayer de la Pastoral Social “Queremos ser Nación profundizando la cultura del diálogo”, contó con la participación del padre Rodrigo Zarazaga, presidente del Centro de Investigación y Acción Social (CIAS); la periodista Rosario Lufrano; la ex senadora y referente de los derechos humanos, Graciela Fernández Meijide; y el senador nacional por el Frente para la Victoria, Omar Perotti.

La encargada de abrir el mismo fue la periodista Rosario Lufrano, asegurando que “no hay otro camino que el diálogo. Un muro, como lo que propone (Donald) Trump es igual al antidiálogo” y describió que el país se manejó durante mucho tiempo con la lógica “amigo/enemigo. Hay que ver al otro para dialogar, sino impera el monólogo”.

Asimismo, hizo una “autocrítica” en referencia a los medios de comunicación porque “muchos se convirtieron en opinadores, casi mensajeros de poderes ocultos que no ayudan a cerrar grietas, sino que las profundizan. Nuestra responsabilidad es contar la verdad y ser fidedignos con los datos que recibimos”.

A su turno, el padre jesuita Zarazaga explicó que desde el CIAS “invertimos en políticos jóvenes porque queremos ser Nación y poner el hombro, pero si no tenemos políticos que hagan política legítima el país se va a caer”.

Por otra parte, recalcó que “sin educación nadie tiene salida. No es una condición suficiente pero sí necesaria” y reconoció que en muchas capillas tienen dificultades para encontrar chicos que puedan leer algunas de las lecturas de la misa de corrido. “La política tiene que resolver este problema”, aseveró.

El senador del FpV, Omar Perotti, destacó que el bloque legislativo que integra tiene el compromiso de “asegurar la gobernabilidad” y destacó la validez de “los acuerdos, los encuentros y las agendas en común. Lo planteamos, más allá que la respuesta no es la deseada”.

Asimismo, definió al diálogo como “una metodología institucional” en pos de la construcción de objetivos en común.

Finalmente, la referente de los derechos humanos Graciela Fernández Meijide recordó sus inicios en la Asamblea Permanente por los DDHH cuando desapareció su hijo Pablo y reconoció que allí aprendió “el valor del diálogo como en ningún otro lugar”.

“Nuestro pasado violento todavía está demasiado presente”, aseveró y negó la existencia de “la grieta” sino que -a su entender- se trata de “una sociedad dolida y preocupada. Hay demasiado empecinamiento de ideologías que no existen”.

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