Pamela Malewicz: «Me considero una buena interlocutora entre el Gobierno de la Ciudad y la comunidad judía»

Pamela Malewicz: «Me considero una buena interlocutora entre el Gobierno de la Ciudad y la comunidad judía»

La subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad, Pamela Malewicz, dialogó en exclusiva con Vis á Vis y analizó todo lo que sucedió en 2019, su rol como interlocutora entre el Gobierno de la Ciudad y la comunidad judía y el trabajo conjunto que se hace con Israel también, el combate contra el antisemitismo, su opinión sobre las próximas elecciones de la AMIA y sus anhelos para este año.

 

¿Cuál es el balance del año con respecto al trabajo de la Subsecretaría?

Es un balance muy positivo, no sólo del 2019 sino de toda la gestión que va del 2015 al 2019 por supuesto, en donde hubo muchísimo despliegue en la agenda actual y contemporánea de Derechos Humanos (DDHH). Pudimos empezar a trabajar en profundidad en visibilizar y dar mayor promoción a lo que son los DDHH, a que la gente entienda también de qué hablamos cuando hablamos de DDHH, y esto tuvo que ver con un compromiso no solamente por supuesto por parte mía y de todo el equipo en la gestión, sino del jefe de Gobierno y del vicejefe también, de acompañar de cada una de las iniciativas que fuimos proponiendo. Así que esto nos pone en un lugar de mayor esfuerzo para poder seguir alzando la vara, seguir trabajando para las mejores oportunidades para todas las personas, por mayor equidad, por mayores posibilidades en cuanto a lo social, a lo económico, a lo laboral, a la educación, al acceso a la salud y también por supuesto en pos de una sociedad que sea más inclusiva, respetuosa, donde se favorezca el diálogo, la posibilidad del encuentro al respeto, las diversidades culturales, religiosas, sexuales y a la valoración a esa diversidad, que es algo muy reconocido a nivel internacional también. Así que el balance es sumamente positivo.

Si tuvieras que destacar un hecho puntual, ¿cuál sería?

Y yo pondría un granito en el nuevo emplazamiento en una escultura en el Parque de la Memoria, que hacía nueve años que no se emplazaba y que daba a un cumplimiento a una ley. Así que fue un desafío enorme. La escultura es de Germán Botero, que es un artista colombiano que vino y vio el lugar, y cuando la diseñó y proyectó el espacio casi no existía el Parque de la Memoria, con lo cual tuvo que diseñar imaginando un espacio que hoy está consolidado y me parece que es un hito muy importante. La Casa del Orgullo y la Casa Trans me parecen dos grandes hitos también para lo que es la Ciudad de Buenos Aires. Todo el trabajo que se hace con diversidad sexual me parece maravilloso. Logramos posicionar a la ciudad como un referente a nivel nacional, local, pero internacional también. Yo creo que destaco eso. El trabajo con los migrantes y con los refugiados también fue un trabajo que nosotros trabajamos siempre desde la perspectiva de las colectividades residentes en la Ciudad de Buenos Aires, pero empezamos a trabajar desde una mirada de lo que son los derechos para los migrantes en la ciudad, y ahí también con una estación especial puesta en determinados eventos con acceso a la información, con la posibilidad de acompañar estos procesos de inclusión social que son muy complejos. Toda la ola venezolana fue de mucho impacto. A nosotros nos comprometió y nos redobló el trabajo, así que es un hito importante para nuestra gestión. En relación con justamente las temáticas de migrantes y refugiados, nosotros presentamos la guía migrante,«Hola, soy Migrante», que es una guía que de alguna manera recopila la información de todas las áreas de gobierno, algunas áreas nacionales también, en donde la gente puede consultar de manera virtual para obtener acceso rápidamente a la información que requiere. Eso agiliza muchísimo los trámites porque una persona cuando llega a un país lo único que necesita es claridad en la información y no empezar a rotar de oficina en oficina.

¿Cuáles son las propuestas del Gobierno de la Ciudad que involucran a la comunidad judía o al Estado de Israel?

Nos involucra en todo, todo el tiempo. No sé si hay algo puntualmente para destacar, pero lo próximo que viene es el aniversario del atentado a la embajada de Israel, que es el 17 de marzo. No se si tenemos algún proyecto concreto, pero por supuesto lo primero es el 27 de enero el 75º aniversario de la liberación de Auschwitz, en donde nos sumamos a la campaña del Congreso Judío Latinoamericano, el jefe de gobierno, el vicejefe. Varios funcionarios de gobierno se pliegan también. Va a haber algo de comunicación en los subtes en relación a esta campaña, así que hay un compromiso con la temática de la Shoá fuertemente.

La Fundación IWO presentó el proyecto de reconstrucción de los documentos dañados en el atentado a la AMIA, ¿la Subsecretaría fue parte de esa presentación?

Sí, nosotros de hecho hicimos esa presentación con la Fundación IWO porque en mi viaje a Berlín pude conocer al doctor Nicolay, quien es el que tiene el software que se diseñó para ordenar un poco la información que quedó destruida post atentado, y queremos ver de qué manera podemos acompañar ese proceso de reconstrucción. De hecho, la presentación la hicimos en Casa de Gobierno cuando vino el doctor Nicolay y con la gente de la Fundación también, y a mí me interesa muchísimo ese material y esa tecnología para ver cómo se puede implementar.

Hace cuatro años dijiste que «conocer la cultura de la comunidad judía sirve para disminuir los niveles de tolerancia». ¿Lo mantenés?

Sí, lo mantengo. Lo redoblo en realidad. Conocer las costumbres, tradiciones y las culturas de todas las colectividades sirve para bajar prejuicios, para minimizar actos de discriminación, para ser más tolerantes, para ser más receptivos, abiertos, más curiosos. También conocer y descubrir otras colectividades y otras costumbres y culturas puede enriquecernos mucho.

¿Cómo se trabaja desde el área de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural para combatir el creciente antisemitismo?

Nosotros estamos pensando una serie de campañas para hacer a lo largo de los próximos años. Me reuní con parte de mi equipo pensando de qué manera podemos llegar a impactar de otro modo. Por supuesto que nosotros damos capacitaciones en lo que tiene que ver con DDHH en general, no particularmente, con la colectividad judía. Es cierto que siempre la colectividad es víctima de determinadas cuestiones o siempre se utiliza a la comunidad, como por ejemplo para banalizar la Shoá. Pero tenemos hecho un compromiso, una alianza con la DAIA también de algunas capacitaciones virtuales que queremos empezar a circular entre los empleados. Vamos a hacer una prueba piloto con unas 100 personas, funcionarios y funcionarias, y si vemos que el contenido resulta interesante ir por un avance mayor en estas temáticas.

Las situaciones «sutiles» de antisemitismo que sufriste en alguna otra etapa de tu vida laboral, ¿las volviste a padecer durante la gestión?

No, no lo creo. No por lo menos cercano a mí, a mi entorno. Me parece que justamente hay mucho respeto y mucho cuidado también en términos así, personales o laborales. Yo como kosher así que para mi también es como un desafío social, pero siempre voy educando lo que parecía al principio muy difícil de comprender y que después se fue naturalizando. Eso sucede cuando uno entiende, conoce, descubre, comprende, baja el prejuicio y baja la resistencia y se anima a explorar, a conocer y a naturalizar algunas cuestiones. Así que generalmente en ese sentido por ejemplo a mí lo que hacen es preguntarme «che, ¿qué podés comer?, así también te incluimos», y hacen un asado y compran carne kosher. O sea que hay como una intención siempre de incluir y no excluir.

¿Considerás que sos una interlocutora entre la comunidad judía y el Gobierno de la Ciudad?

Sí, siento que tengo un poco ese rol. Si, claramente soy una referente para la comunidad y soy una referente intragobierno, rol que me resulta cómodo y agradable desempeñar porque me resulta absolutamente natural y lo hago con confianza y con absoluta transparencia y honestidad, así que me parece que soy una buena interlocutora en ambos espacios.

¿Creés que hiciste un aporte desde tu tarea para la reelección de Horacio Rodríguez Larreta?

Todo suma. El trabajo que hicimos desde DDHH fue muy importante. En un espacio que a veces se lo visualiza como más conservador, abordar temáticas mucho más inclusivas me parece que abrió nuevas audiencias, y esas nuevas audiencias son también votantes. El trabajo que hacemos con colectividades que por ahí uno podría vincularlas históricamente a perfiles más conservadores o algunas más progresistas. Me parece que también entendieron que hay un espacio que las acompañó, respetó, profundizó los vínculos, las alentó a salir a la calle, a manifestarse en sus culturas, y me parece que el voto también se vio reflejado desde ese lugar. Así que hicimos un aporte significativo en la campaña.

¿Qué pensás de las elecciones de AMIA?

Es complejo. La AMIA tiene un rol central para la comunidad pero creo que tiene que estar centralizada en su labor comunitaria y no en su labor política, con lo cual si los próximos askanin o aspirantes a la presidencia tienen esa vocación va a ser fantástico. Si la vocación es más del tipo política va a ser más compleja porque el rol de la AMIA es un rol asistencialista, o por lo menos con ese espíritu fue creado. Para roles políticos hay otras instituciones, con lo cual me parece que hay un desafío importante de intracomunidad de desarrollar una mutual comprometida con la educación, con lo que tiene que ver con los rituales del sepelio, con la asistencia social, y la parte más política dejarla para otras instituciones.

¿Cómo se hace para poder liderar el trabajo como funcionaria y en la vida familiar?

Primero, porque trabajamos en equipo y el trabajo en equipo es fundamental. Es imposible desarrollar una labor de este estilo si no hay un equipo que pueda acompañar, que pueda sostener, que pueda complementar, que facilite las cuestiones, que pueda tomar determinaciones en determinados roles cuando yo no estoy, que lo puedan asumir también. Así que, en ese sentido, me parece que el armado de equipo así ayuda un montón, y por otro lado, el sostén familiar que es fundamental también. Tengo el acompañamiento de toda mi familia que valoran, acompañan, ayudan, que están comprometidos, que tienen una labor de compromiso comunitario fuerte, una labor profesional muy fuerte, con lo cual lo entienden. Valoran mi desarrollo profesional y personal. Me parece que hay un reconocimiento y un proceso de aprendizaje. Hay días de tensiones porque a veces termino muy tarde y llego tarde a, casa pero también hay días que no vengo temprano acá porque voy a un acto en la escuela. Estoy acompañada y acompaño. Es mutuo. Yo acompaño, doy y soy como muy abierta, y un poco pretendo lo mismo. Abrazo y espero que me abracen.

¿ Cuáles son tus sueños para el 2020?

Desde lo laboral, poder consolidar un equipo fuerte como el que tenemos, pero digamos con mayor posibilidad de crecimiento. Me parece que hay mucho terreno para florecer y para eso necesitamos la fortaleza de un equipo muy potente de mucho compromiso, de mucha vocación, de dedicación, de sinergia, de complementación. Así que sueño con poder finalmente armar el equipo como lo deseé o como lo fantaseo. Desde lo familiar, el desarrollo exitoso de mis hijos en cuanto a sus vínculos, crecimiento, estudios, la salud, mi marido, mis padres. La verdad que espero eso. Espero poder aprender más. Tengo también un desafío en algún momento de poder estudiar algo más, así que complementarme con otros aprendizajes. Es un desafío y lo pienso como un sueño también porque con todos los compromisos que tengo ponerme a estudiar es como un montón, pero lo tengo como un sueño y espero poder seguir capacitándome para poder seguir dando cada vez más. Los viajes son siempre agotadores, sí placenteros en cuanto al crecimiento y al aprendizaje en algún punto, pero son jornadas tremendas y son dos tres días tremendos, y al otro día te volvés pero son posibilidades de contar lo que uno hace, de visibilizar, de aprender de otros modelos de gestión. Son buenas oportunidades y ojalá surjan viajes.

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