La localidad de Santa Ana de los Guácaras recibió a cientos de fieles en la jornada de ayer para celebrar el día litúrgico de la Patrona de los abuelos y de los estudiantes. Un fervoroso saludo recibió Santa Ana en los primeros minutos del día y un obsequio muy especial de los Franciscanos custodios de Tierra Santa: un rosario de Getsemaní que llevará en sus manos a partir de ahora.

El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, presidió la misa central en la tarde, concelebrada por el párroco Patricio Puigbó Murphy, luego de la procesión por las calles del pueblo que se vio alterada por la presencia de miles de visitantes, devotos de la Santa.

Comunidades aledañas junto a las imágenes de sus patronos, Nuestra Señora de Itatí, Virgen de la Medalla Milagrosa, San Francisco de Asís, Virgen del Rosario, San Cosme, marcaron presencia.    

Varios gestos emotivos se exteriorizaron durante la Eucaristía, como el saludo a los abuelos que se encontraban en el lugar, a pedido de monseñor Stanovnik.

OBSEQUIO

Por su parte, el párroco, en diálogo con la prensa, agradeció el regalo que recibió la Patrona. "Es un honor para el pueblo y que Santa Ana sostenga un rosario de Getsemaní", dijo.       

Explicó que estos rosarios "no se hacen en cantidad y no se venden, no están a la vista, se obsequió al Papa en una visita a Tierra Santa. Las cuentas son carozos (semillas de olivo), provenientes del árbol de Getsemaní. Un estudio reveló que los árboles tienen alrededor de dos mil años, por lo que Cristo los habrá tocado, habrá pasado por allí", comentó emocionado.

TRADICIONAL

SALUDO

La festividad tuvo por lema: "Como Pueblo de Dios celebramos la alegría de ser consagrados".

Un homenaje musical realzó la festividad en la noche del sábado frente a la parroquia. Conjuntos chamameceros ofrendaron su música y lograron ponerle calor a la noche fría, a la espera de que el reloj marque la 0 hora para saludar a la protectora de la comunidad.

Repiques de campanas, pétalos de rosas, pañuelos al aire y lágrimas de emoción de los fieles marcaron el tradicional saludo de Santa Ana a su comunidad. Unas tres mil almas le cantaron el cumpleaños feliz para dar inicio al día litúrgico.

El párroco Patricio Puigbó Murphy dio un pequeño mensaje, resaltó la historia y testimonio de Santa Ana, la importancia de los abuelos, sus enseñanzas, sabiduría, bondad para con sus familias, en especial sus nietos.

PARA destacar

El párroco Patricio Puigbó Murphy, tras el tradicional saludo, obsequió a Santa Ana en nombre de la comunidad un rosario de Getsemaní, traído de su viaje a Tierra Santa, cuyo valor reside en que "fue elaborado de los árboles de Getsemaní, que según los estudios tienen más de dos mil años, y no se comercializan, los tienen los custodios en Tierra Santa, donde lo conseguí a través de una familia", dijo.