La Conferencia Episcopal Venezolana le recordó al Estado a través de un comunicado que "la protesta cívica y pacífica no es un delito" sino "un derecho" y que su control "no puede ser una represión desmedida". Además, mostraron su apoyo al cardenal Urosa.
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) exhortó este miércoles al Gobierno de Nicolás Maduro, y especialmente al Ministerio de Interior, respetar la "dignidad" de los ciudadanos que protestan en todo el país e hizo un llamado a rechazar cualquier manifestación de violencia en el marco de las movilizaciones. Lo dijo ante una jornada de protesta de la oposición que dejó un saldo de 2 muertos y 57 heridos or la dura represión.
"La Conferencia Episcopal Venezolana exige al Gobierno, particularmente al Ministerio Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, a la Guardia Nacional y a los Organismos Policiales respetar en sus actuaciones la dignidad de las personas y el derecho a la libre expresión de la protesta", dijo la CEV en un comunicado.
Señalaron que en democracia se respetan y protegen los derechos de los ciudadanos y que, cuando el Gobierno los desconoce, deja de ser democrático "pierde legitimidad en su desempeño, pues su función es la defensa de todos los ciudadanos, independientemente de su ideología política".
Asimismo, la CEV indicó que "defender los derechos humanos fundamentales, la vida, la libertad, la salud" es un deber "de todo ser humano". Los obispos resaltaron que "la protesta cívica y pacífica no es un delito" sino "un derecho" y su control "no puede ser una represión desmedida".
Ante la polémica entre el presidente Maduro y los cardenales Urosa y Porras, la Conferencia Episcopal Venezolana "respalda en todos sus aspectos las declaraciones y actuaciones" de ambos purpurados, así como la de "otros pastores de nuestra Iglesia", y pide a todos los ciudadanos "actuar según la recta conciencia, los principios democráticos y las leyes del país, así como ejercer el derecho a la manifestación y protesta pública de manera respetuosa con las personas y propiedades y de modo responsable y pacífico".
Venezuela fue escenario el día miércoles de marchas a favor y en contra del Gobierno a las que cada uno de los bandos ha convocado para medir fuerzas en la calle.
Las manifestaciones se producen cuando ya han transcurrido casi tres semanas de protestas antigubernamentales de calle que han dejado al menos seis muertos -entre ellos un agente policial- decenas de heridos y más de 500 detenidos, de los que más de 200 se mantienen privados de libertad, según balances de la oposición y de la ONG Foro Penal Venezolano.
A continuación, el comunicado de los obispos:
LOS VENEZOLANOS EXIGIMOS EL RESPETO A NUESTROS DERECHOS CIVILES Y A TODOS NUESTROS DERECHOS.
1. En estos momentos de gran confrontación política, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana hace a todos los venezolanos un llamado a rechazar cualquier manifestación de violencia y a respetar los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos.
2. La democracia se caracteriza, ante todo, por el respeto y protección de los derechos de los ciudadanos. Cuando el Estado (o el gobierno) los desconoce o irrespeta, deja de ser un Estado democrático, pierde legitimidad en su desempeño, pues su función es la defensa de todos los ciudadanos independientemente de su ideología política. Los ciudadanos conservan sus derechos, pero los ven disminuidos o anulados. Hay otros factores que niegan la democracia, como es la concentración de los poderes públicos en manos de un solo poder. Esta es la situación actual de Venezuela.
3. Defender los derechos humanos fundamentales, la vida, la libertad, la salud....y los demás derechos de los ciudadanos, es un deber de todo ser humano. Es también un derecho y un deber de la Iglesia y de todos los creyentes, pues lo derechos humanos y civiles no pertenecen exclusivamente al ámbito de lo sociopolítico sino también al religioso. Para los creyentes, en efecto, Dios es el autor de la vida y su protector. El mandato divino "No matarás" es una defensa de la vida. En esta misma línea se inscribe el mandato de proteger la creación y promover una ecología integral.
3. Para los creyentes en Cristo, el mandato va más allá del "No matarás". En el Evangelio, Jesucristo nos manda: Amen a sus enemigos, recen por los que los persiguen (Mt 5,46).El cristianismo es el primero y fundamental humanismo, fundamentado en la voluntad de Dios, lo que El quiere para la humanidad, y en su palabra.
4. La protesta cívica y pacífica no es un delito. ¡Es un derecho! Su control no puede ser una represión desmedida. La Constitución Nacional la garantiza, las leyes la amparan. La sociedad la reclama y la protege. La Iglesia acompaña y exhorta a los ciudadanos para que sea pacífica. Las marchas cívicas deben ser libres sin más restricciones que las que se derivan del deber de respetar la vida, la propiedad y el bien común.
5. La Conferencia Episcopal Venezolana respalda en todos sus aspectos las declaraciones y actuaciones de los Señores Cardenales Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, y Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida, y de otros pastores de nuestra Iglesia.
6. La Conferencia Episcopal Venezolana pide a todos los ciudadanos, a los creyentes en Cristo y a los hombres y mujeres de buena voluntad, actuar según la recta conciencia, los principios democráticos y las leyes del país, así como ejercer el derecho a la manifestación y protesta pública de manera respetuosa con las personas y propiedades y de modo responsable y pacífico. Cristo Resucitado llama a todos a compartir gestos de reconciliación y a "la búsqueda de válidas soluciones pacíficas antes las controversias, para el progreso y la consolidación de las instituciones democráticas, en el pleno respeto del estado de derecho" (PAPA FRANCISCO, Bendición Urbi et orbi, 16.04.2017)
7. La Conferencia Episcopal Venezolana exige al gobierno, particularmente al Ministerio Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, a la Guardia Nacional y a los Organismos Policiales respetar en sus actuaciones la dignidad de las personas y el derecho a la libre expresión de la protesta y manifestaciones pacíficas y democráticas.
8. Que Jesucristo Resucitado y su Santísima Madre nos alcancen del Padre Celestial la iluminación para celebrar el histórico 19 de Abril con dignidad, respeto y paz.
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