“El día en que rezaremos en la Mezquita de Al Aqsa se aproxima más que nunca y eso a pesar de todos las desgracias que sufre la nación”, aseguró el martes el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, durante la Conferencia Internacional de los Ulemas de la Resistencia organizado en Beirut.
El número uno de Hezbolá insistió en la necesidad de desideologizar la causa palestina para que ella recupere la prioridad, lejos de toda consideración confesional, religiosa, étnica o de otro tipo.
Aquí los principales puntos de su discurso:
En primer lugar, pido a Dios que nos guíe durante esta conferencia para que sepamos cuáles son nuestras obligaciones y nos ayude a convertir nuestras palabras en actos, en especial en este tema claro, es decir la causa palestina y la lucha contra el proyecto sionista.
No hay causas o combates que disfruten de tanta credibilidad y legitimidad como la causa palestina y la lucha contra el enemigo sionista. Se trata de un combate claro y autentico que no se parece a los otros conflictos, en los que se mezcla lo verdadero y lo falso. Aquí, estamos ante la verdad total.
Para evaluar un país, un gobierno, un movimiento o una persona el criterio que se impone irremediablemente y sin ninguna duda es su posición hacia Palestina y la lucha contra el proyecto sionista.
Hacemos frente a un proyecto sionista que actúa en varias partes del mundo. En 1948, se encarnó mediante la creación de la entidad sionista en el territorio palestino. Este proyecto es más vasto, sin embargo, que la sola ocupación de Palestina. Y nos incumbe a todos luchar contra él y sus ramificaciones.
Es preciso hacer fracasar y destruir el proyecto sionista a fin de alejarlo de nuestra región. Hacemos frente a dos proyectos: el proyecto sionista invasor y agresor y el proyecto de la resistencia y la lucha contra el anterior.
El proyecto de la resistencia ha logrado un buen número de éxitos durante las pasadas cuatro décadas, es decir, desde los primeros actos de resistencia tras la ocupación de Palestina. El proyecto sionista fracasó en el Líbano y los intentos israelíes de ocupar nuestro país y de normalizar sus relaciones con Israel fracasaron gracias a la Resistencia.
E incluso, en la misma Palestina, la Resistencia pudo liberar sin ninguna condición la Franja de Gaza. Las dos resistencias, en el Líbano y en Palestina, resistieron históricamente frente a uno de los enemigos más poderosos, durante la guerra del verano de 2006 (contra el Líbano) y la guerra israelí de 51 días durante el mes de Ramadán del pasado año contra la Franja de Gaza.
Gracias a los éxitos de la Resistencia, la causa palestina alcanzó el primer rango de la atención internacional y la cultura de la resistencia se extendió por el mundo.
Israel ha evocado incluso una amenaza existencial y esto, en sí mismo, es una victoria para la Resistencia.
Sin embargo los acontecimientos de los últimos años en el mundo árabe han dañado fuertemente el proyecto de la resistencia palestina y han permitido al proyecto sionista realizar avances.
Israel ha logrado hacer olvidar a los países árabes y a otros la causa palestina. Esto es extremadamente peligroso.
Tenemos más que nunca la necesidad de unirnos para compensar las pérdidas y los daños sufridos por el campo de la resistencia como resultado de los conflictos de nuestra región y estudiar las ganancias logradas por Israel de forma gratuita.
Entre las pérdidas más peligrosas está el hecho de que la causa palestina no está ya en el orden del día del mundo, incluyendo el mundo islámico. Todos se preocupan por otra cosa. Es muy lamentable, pues, que esta causa ya no sea la prioridad de los pueblos. El enemigo ha sabido aprovechar esta oportunidad histórica para implementar sus planes perversos.
Lo que pasa en la Mezquita de Al Aqsa es peligroso. Recientemente, un rabino acaba de pretender que Jesucristo no vendrá del cielo sino de la tierra. Según él, será Jesucristo el que destruirá la Mezquita de Al Aqsa. Si Netanyahu lo hace, él será Jesucristo.
Entre las pérdidas sufridas por el proyecto de la resistencia podemos citar el hecho de que Siria ha sido debilitada por la guerra impuesta contra ella desde hace años. Lo mismo cabe decir de Iraq, Yemen y Egipto. También hemos de citar aquí el aumento de la animosidad contra la República Islámica de Irán.
Por otro lado, Israël ha comenzado normalizar sus relaciones con los pueblos de la región. Hoy en día, se ha convertido en normal el enviar heridos para hacerlos cuidar en Israel.. Las barreras psicológicas comienzan a caer hacia Israel, que busca normalizar sus relaciones con los pueblos árabes.
Por esta razón, hace falta aprovechar las ventajas del proyecto de la resistencia y buscar otros factores de fuerza en el mundo, por ejemplo enAMÉRICA Latina, en África e incluso en Europa.
Es importante evaluar de una forma precisa cuáles son las partes que apoyan realmente el proyecto de la resistencia y aquellas que están dispuestas a venderlo en el mercado de esclavos.
Es por esto que es necesario desideologizar la causa palestina, a fin de que ella quede por encima de todas las consideraciones confesionales, religiosas, étnicas y otras.
Hay que recordar que la causa palestina es una de las constantes más importantes de la nación. Es el punto común que nos une a pesar de los conflictos y desgracias que azotan nuestra región.
Las diferentes manifestaciones que se han producido a favor de Palestina durante el Día Mundial de Al Quds lo prueban.
Es necesario reactivar toda resistencia que luche contra la normalización de relaciones con el enemigo israelí y lanzar una nueva campaña en ese sentido.
Es necesario lanzar también una vasta campaña mediática y política para recordar a los pueblos de la región la naturaleza criminal y la barbarie del enemigo israelí. Parece que algunos han olvidado rápidamente sus crímenes.
Hace falta recordar a los gobiernos y los pueblos de la región que la entidad sionista es un monstruo que amenaza a todos ellos.
La confrontación con Israel precisa de una lealtad excepcional, lejos de afinidades personales, políticas y confesionales. Debemos apoyar a la parte que detente el eslogan de la restitución de Palestina y de Al Quds, lejos de todo cálculo y consideración. Poco importa que esta parte sea Irán, Egipto, Siria o incluso Indonesia, o que sea una comunidad shií, sunní o cristiana.
Nos encontramos en una situación tan lamentable que los movimientos de resistencia son criticados por la simple razón de que mantienen vínculos con la República Islámica de Irán. Basta que una fuerza de resistencia sunní disfrute del apoyo de Irán para que algunas partes la acusen de ser shií.
Que aquellos que quieran impedir que la Resistencia palestina disfrute el apoyo de Irán, enarbolen ellos mismos la bandera de la liberación de Palestina.
Estamos seguros de que Irán les otorgaría un reconocimiento. Irán paga un importante tributo debido a su apoyo a la causa palestina.
La guerra takfiri no es llevada a cabo por razones políticas, sino sobre todo religiosas. Sin embargo, lo que pasa hoy en día no tiene nada que ver con el Islam. Vemos que ciertos partidos religiosos pretenden que Israël es el garante y protector de las minorías. Éste es uno de los peligros más grandes que amenazan el proyecto de la resistencia.
Israel es nuestro mayor enemigo. De ahí la responsabilidad de los religiosos de sensibilizar a la población.
Es necesario saber que los occidentales actúan para alejar a los shiíes de la lucha contra Israel. Lo que pasa en ciertas regiones desde hace varios años ha sido planificado de antemano con tal intención.
Pero habéis de saber que, a pesar de todos los males, los shiíes no renunciarán jamás a Palestina y a los lugares santos del Islam.
Lo que me ha emocionado más durante las manifestaciones del Día Mundial de Al Quds de este año fue ver la de los habitantes de las localidades sirias asediadas (por los takfiris) de Nubbul y Zahraa (de mayoría shií).
La Agrupación Mundial de los Ulemas de la Resistencia, dirigida por el honorable sheij Maher Hammud, así como los otros ulemas pueden jugar un papel importante en lo que respecta a reorientar la brújula hacia Palestina y Al Quds.
Estamos seguros de que la causa palestina triunfará y que el régimen sionista está condenado a desaparecer. La nación logrará superar esta prueba y el día en que vayamos aARREGLAR las cuentas con el enemigo sionista y a rezar en Al Quds está más próximo que nunca. Palestina será restituida a sus propietarios legítimos.
Comentá la nota