Como si la muerte diferencia entre musulmán y no musulmán, como si llevar el estatuto de víctima es solamente cuestión de origen, los atentados de París del pasado viernes que causaron la muerte de al menos 129 personas, 10 de ellas eran musulmanas, olvidadas o ignoradas por la prensa francesa e internacional.
Mohamed Amine Ibnolmobarak, de 29 años, era un arquitecto de origen marroquí, estaba en Francia estudiando. Mohamed fue asesinado en el restaurante Le Carillon en París mientras cenaba con su esposa, que recibió tres disparos y se encuentra en estado crítico.
Halima de 37 años y Hodda Saadi de 35, dos hermanas de origen tunecino, fallecieron en el café La Belle Equipe, donde celebraban el cumpleaños de una de ellas.
En el mismo café murió Djamila Houd, de 41 años, de origen argelino, que era empleada en una tienda y madre de una hija.
Kheireddine Sahbi, de 29 años, fue un violinista argelino. Kheireddine se había inscrito en el Master de Etnomusicología y participaba en un grupo de música tradicional de la universidad. El artista murió cuando regresaba a casa en el distrito 10 (X arrondissement), donde los terroristas atacaron un restaurante.
También murió en los ataques Asta Diakite, prima del jugador de la selección francesa de futbol, Lassana Diarra.
Elif Dogan, mujer de origen turco, un ciudadano egipcio, Salah El Gebaly, ciudadano egipcio, y dos ciudadanos argelinos, una mujer de 40 años y un hombre de 29.
Comentá la nota