Querida por toda la comunidad, Jessey que se ocupa de los niños en la iglesia de Peoria, sorprendió a todos sus vecinos cuando apareció con un hiyab que quiso mostrar como un símbolo de fraternidad y de respeto hacia las musulmanas.

Jessey que vivioo siete años en Amman, en Jordania, declaró:”Quiero acordarme lo que se siente siendo el otro, hace mucho tiempo que pensaba llevar mi idea a la práctica, ya está hecho, con estos 40 dias de ayuno que decidí cumplir, utilizare el hiyab a fin de colocarme en el lugar de mis amigas y hermanas musulmanas”.

Lejos de dejarse desanimar por las reacciones negativas, Jessey agregó:”Mi metamorfosis física, que no es un vulgar disfraz, es rica de sentido en una época llena de animosidad hacia los musulmanes”.