El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, motivó a los peregrinos que participarán de la peregrinación juvenil a pie al santuario de Nuestra Señora de Luján y los invitó a pedir a María “que nos ayude a cuidar la patria”. El prelado también invitó a sentirse responsables en la construcción del presente.
El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, motivó a los peregrinos que participarán de la peregrinación juvenil a pie al santuario de Nuestra Señora de Luján y los invitó a pedir a María “que nos ayude a cuidar la patria”.
Monseñor Ojea deseó a los peregrinos que el camino que recorrerán el sábado 3 y el domingo 4 de octubre los ayude a templar el corazón, crecer en el amor a María y sentir su presencia cercana en la vida de la Argentina.
El obispo también recordó el lema que anima esta peregrinación: “Gracias Madre por estar siempre; ayúdanos a cuidar nuestra Patria”. Al respecto expresó: “Este lema invita a dar gracias por estar siempre en nuestra Patria, y especialmente a lo largo de estos 40 años de peregrinación”.
Monseñor Ojea también se refirió a las experiencias de fe que suscita la peregrinación: “Me ha tocado en los últimos años poder confesar en Luján a los peregrinos que llegan cansadísimos, pero sin embargo con la alegría de haber llegado a la casa de la Madre, y muchas veces son confesiones realmente importantes, confesiones de toda la vida, porque llevan al Señor todo aquello que pesa en el corazón”.
Para el prelado, al decir “Gracias Madre por estar siempre”, se le dice a María “Vos no te borrás; vos querés estar siempre al lado nuestro; vos sos fiel; vos has estado y estarás; con vos me siento seguro, en vos confío; por eso lo que te llevo, te lo llevo con fe, te lo llevo esperanzado, te lo llevo sabiendo que sos mi madre y que conocés el fondo de mi corazón, y que no le hacés asco a nada; que me aceptás como soy, que me querés con un amor incondicional”.
“Esa experiencia de sentirse amados por la madre es una experiencia fundamental de la peregrinación a Luján”, sostuvo el obispo. “Ella –agregó- nos recibe con todo nuestro cansancio, que es el cansancio de nuestra vida, el peso de nuestra vida, con toda una enorme comprensión de nuestra debilidad y con toda la carga que lleva nuestro corazón”.
Monseñor Ojea también afirmó que el lema de este año invita a todos los argentinos a sentirse responsables de la construcción de la patria y “mirar la realidad buscando una respuesta”, exigiéndose cada uno “para ponerse al servicio de los demás”.
“¡Gracias Madre por estar siempre, te pedimos que nos ayudes a cuidar nuestra Patria!”, concluyó el obispo.+
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