Mons. García Cuerva presentó su libro 'Una alegría que nadie nos podrá quitar'

Mons. García Cuerva presentó su libro 'Una alegría que nadie nos podrá quitar'

La presentación del nuevo libro del arzobispo de Buenos Aires, editado por Claretiana, se realizó en la parroquia San Nicolás de Bari, del barrio porteño de Retiro.

El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, mediante la Editorial Claretiana, presentó el viernes 27 de septiembre en la parroquia San Nicolás de Bari, ubicada en la avenida Santa Fe 1352 (en el barrio porteño de Retiro), el libro 'Una alegría que nadie nos podrá quitar'.

Acompañaron en el estrado a monseñor García Cuerva el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Buenos Aires y vicario de la zona centro, monseñor Alejandro Pardo, y el director de Editorial Claretiana, hermano Ezequiel Takaya CMF. Un centenar de personas -en su mayoría, jóvenes estudiantes- llenó el auditorio ubicado bajo la nave del templo.

El hermano Takaya agradeció a García Cuerva por confiar su publicación a la editorial y recordó que la obra "es la expresión esencial y profética del arzobispo porteño, que desgrana en sus homilías el valor de la alegría en confluencia con la esperanza". 

"Dichas homilías fueron seleccionadas entre las predicadas desde el año 2021 hasta la actualidad. En cada una de sus páginas, el autor defiende la alegría como en una trinchera, e invita al lector a vivir la experiencia revolucionaria de la alegría en medio de los contextos difíciles que le toquen vivir", enfatizó. 

Además, explicaron también desde el sello editorial, "en sus páginas, despierta no solo la responsabilidad de la propia alegría, sino de la alegría de los demás. Desde ese lugar (y solo a partir de la alegría), la necesidad de ir en búsqueda de los sueños, la justicia y la vida en abundancia, que es para todos y todas sin distinción". 

 

Mons. García Cuerva señaló "Quisiera resaltar que si bien alguna homilía es del año 2019 y toda la reflexión es posterior a la pandemia, la génesis del tema de la alegría es propiamente pandémico, porque creo que todos, también me pasó a mí, traté de sostenerme en el título de la obra que en definitiva son palabras del evangelio de San Juan. Jesús no miente, por lo tanto tenía que encontrar la certeza de una alegría que nadie nos podrá quitar".

Además, señaló que "durante el tiempo en que estábamos encerrados, en la soledad, llevó a darme cuenta de que el amor es más fuerte y la vida triunfa, aún en esos momentos de intenso dolor. Lo que tengo claro es que el encuentro con Jesús resucitado, el encuentro con Jesús que está vivo, genera alegría". "La alegría cristiana se fundamenta, primero en la fe, luego en tener un horizonte y en seguir sosteniéndonos en la esperanza", dijo.

 

 

Y agregó: "Las razones para la alegría no pueden depender del estado del tiempo, del índice de inflación y del estado anímico, aunque eso no significa que mi vida es un carnaval o esto de que 'está todo bien', porque las sonrisas de plástico no valen la pena, y por eso planteo también qué es la alegría cristiana y qué no lo es".

Finalmente, el arzobispo porteño aseguró que "hay que transitar el dolor primero para tener la alegría, y por eso creo que muchos han perdido la alegría, porque primero perdieron la capacidad de sufrir y de llorar, porque vivimos también en la cultura en donde no hay que llorar, una cultura en la que de la muerte no hablamos y a los cementerios no vamos".

 

Sobre el final, tres jóvenes que tomaron contacto con la obra realizaron algunas preguntas a monseñor García Cuerva relacionadas a cómo materializar la riqueza del contenido del libro en las realidades concretas de los jóvenes, las comunidades, la sociedad. 

Respondiéndoles, el arzobispo señaló que una gran pobreza en la ciudad de Buenos Aires es la soledad. Le alegró saber que en un patio contiguo varios jóvenes estaban preparando platos de comida para visitar a gente que está en la calle, en la noche de la caridad. Dijo que debía ser "noche de la caridad y de la alegría"; no se trata solamente de darles  comida, sino de  transmitir "la alegría de que alguien los mira a los ojos"; tiene que ver con "hacerle sentir al otro que no está solo".

Al tiempo que animaba a los jóvenes, les alivió la carga al recordarles que Jesús dice: "Ama a tu prójimo como a tí mismo".  Expresó que "debemos tratar de mirarnos como lo hace Dios, que nos ama". E invitó a "ser buenos con nosotros mismos, no exigirnos de más", reconociendo que "todos vivimos como podemos".  Tampoco podemos dar respuesta a todo, dijo, pero, acudiendo a lo que le ha pasado al acompañar situaciones muy difíciles, testimonió que al "estar cerca de esas personas, me fui con la alegría del corazón".  

Esta obra puede adquirirse en las sucursales de Editorial Claretiana, así como en las librerías católicas de todo el país o a través de este sitio web.

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