Mons. Arancedo desea que la Pascua renueve el valor de la palabra

Mons. Arancedo desea que la Pascua renueve el valor de la palabra

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, presentó en conferencia de prensa su mensaje de Pascua, en el que expresa su deseo de que la Pascua “nos ayude a recuperar el valor de la palabra dada, los lazos de confianza entre los argentinos y el sentido moral de la ejemplaridad”. 

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, presentó en conferencia de prensa su mensaje de Pascua, titulado “Palabra-Confianza-Ejemplaridad”. En su saludo, el prelado invita a hacer realidad en la propia vida el triunfo sobe el pecado que se hace posible en la humanidad gracias a lo que aconteció en Cristo. 

En esta ocasión, monseñor Arancedo también aprovechó el mensaje de Pascua para referirse a las próximas elecciones. El prelado insistió en que la política crece en el diálogo, el respeto, la transparencia y la claridad de sus propuestas. 

“En este marco pascual, me permito compartir algunas reflexiones que hacen al nivel moral en la vida de la sociedad, y orientadas a fortalecer los lazos de amistad social. Me refiero al valor de la palabra, la confianza y la ejemplaridad. Pienso que hemos devaluado la palabra, que ha dejado de ser algo sólido en que apoyarnos para vivir y crecer. A la palabra la nutre la verdad y la daña la mentira. Ello compromete la credibilidad, que es un valor esencial en la vida de la sociedad. La devaluación de la palabra es un signo de enfermedad espiritual y cultural en la comunidad”, dice monseñor Arancedo en su mensaje. 

Junto con el valor de la palabra, el arzobispo santafesino también advierte que la confianza se ha debilitado. “La confianza parecería que necesita apoyarse en el testimonio del otro, en mí, en ustedes. ¡Qué necesario es ser confiable para mi hermano!”, expresa el prelado. 

Monseñor Arancedo también se refiere a la ejemplaridad, que es una virtud moral que compromete a todos, especialmente al que ejerce autoridad. “La ejemplaridad viene de arriba y tiene un valor docente que eleva el nivel de vida de la sociedad. Los ideales y proyectos propuestos necesitan de testigos creíbles y ejemplares”, sostiene. 

Finalmente, monseñor Arancedo expresa su deseo de que la Pascua “nos ayude a recuperar el valor de la palabra dada, los lazos de confianza entre los argentinos y el sentido moral de la ejemplaridad”. 

“Esto, que nos eleva como personas y lo reclama el bien común de la Nación, es una dimensión necesaria que hace al bien de la política. Junto a mis deseos de Felices Pascuas, reciban mi bendición en el Señor que ha Resucitado”, concluye el arzobispo.

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