México: La plaga de los estafadores con sotana

México: La plaga de los estafadores con sotana

Instrucciones para reconocer a los sacerdotes “piratas”. Entregan nuevas credenciales más difíciles de falsificar al clero de Ciudad de México

por Alver Metalli

Falsos curas que se aprovechan del rebaño indefenso, o de los más indefensos y desprotegidos del rebaño, siempre hubo y probablemente siempre habrá. Pero en México el fenómeno tiene mayores proporciones que en otras partes y provoca la alarma de las autoridades eclesiásticas, que han decidido tomar medidas.

La ofensiva, en realidad, comenzó en 1994, cuando se elaboró y difundió un decálogo para reconocer a los estafadores con sotana. Como todos los estafadores, advertían los obispos mexicanos, “la mayoría de los falsos sacerdotes tratan de parecer simpáticos, convincentes, hábiles y buenas personas”. Desconfiar de estas cualidades cuando son demasiado acentuadas y cuando se usan con el propósito de facilitar casamientos u otros sacramentos, sobre todo cuando los fieles quieren celebrarlos en la cubierta de un yate, en la playa arrullada por las olas del mar o en un jardín poblado de plantas tropicales y con luces difusas. Y desconfíen, decían los obispos en julio del año pasado, de aquellos que ofrecen sus servicios con tarjetas de presentación o folletos que aseguran todas las comodidades y excepciones de las reglas eclesiásticas vigentes. “Los falsos sacerdotes encuentran una mina de oro en aquellas personas que quieren casarse por segunda, tercera o cuarta vez sin haber obtenido la declaración de nulidad del sacramento”.

Pero las recomendaciones de 2014 no deben haber logrado el efecto que se buscaba si un año después las autoridades eclesiásticas mexicanas han decidido reforzar la identidad de los 686 sacerdotes legítimos de la arquidiócesis de Ciudad de México y de los 63 mil religiosos de derecho pontificio y diocesano con nuevas credenciales equipadas con dispositivos especiales de seguridad.

El propósito es claro y está claramente formulado en el sitio de la arquidiócesis de Ciudad de México: “evitar que personas sin escrúpulos se hagan pasar por sacerdotes o religiosos para engañar a los fieles católicos” y “blindar las licencias ministeriales contra falsificaciones”

La disposición se propone “limitar la actuación de personas que usurpan la identidad de sacerdotes y religiosos para engañar a los fieles aprovechándose de su buena voluntad para ofrecerles servicios religiosos sin contar con ningún registro en el Arzobispado de México y tampoco constancia de que pertenecern a la comunidad católica”.

Las nuevas credenciales estarán impresas en cuatro colores diferentes, según el portador sea sacerdote diocesano o religios, diácono diocesano o religioso. Contendrán información confidencial y clave de seguridad para evitar que sean clonadas con facilidad.

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