Manos Unidas construye en Ecuador el mayor sistema de riego por aspersión de América Latina

Esta organización de la Iglesia Católica ha destinado 27 millones de euros en doce años para financiar 393 proyectos

En el Día Mundial del Agua que se celebra este 22 de marzo, Manos Unidas denuncia que el agua sigue siendo un recurso al que demasiadas personas en el mundo no tienen acceso. Esta entidad de la Iglesia Católica ha destinado en los  últimos 12 años, cerca de 27 millones de euros para financiar 393 proyectos relacionados con este bien.

Uno de ellos, y quizá uno de los de mayor envergadura, se sitúa en Ecuador, y constituye el mayor sistema de riego por aspersión de América Latina. Manos Unidas también ha contribuido en el desarrollo de otros 151 proyectos en el sector agropecuario, por un importe de 13.410.908  euros, y 242 en el sector sanitario, por un importe de 13.427.531 euros.

El tema propuesto por Naciones Unidas para el Día Mundial del Agua 2016 lleva por título “Agua y empleo”.

La entidad que cuenta con una larga trayectoria de trabajo en Ecuador ha apostado siempre porque sus proyectos formen parte de las políticas de desarrollo local. Así  nació el programa  “Alli Pacha”, que en kichua significa “tiempo y espacio buenos”.

Un convenio de trabajo colaborativo, de cuatro años de duración, puesto en marcha por la Fundación MCCH y la Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas (CESA), que juntas conforman el Consorcio MCCH-CESA, apoyado económicamente por Manos Unidas y por la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID).  

En pleno páramo ecuatoriano, a 3.850 metros de altura sobre el nivel del mar, en la provincia de Chimborazo, se ha construido una red de riego por aspersión, presurizado, desde la captación del agua en sus fuentes de origen, hasta su conducción y almacenaje en tanques, para su posterior utilización en el riego parcelario.

Se trata de una obra de gran envergadura para una superficie aproximada de 514 hectáreas y que ha beneficiado a 532 familias de las comunidades de Atapo Quichala, Atapo Santa Cruz, San Francisco 4 Esquinas, Palmira Centro y Palmira Dávalos.

Han luchado por el sueño del agua

El trabajo se llevó a cabo con la participación de los beneficiarios, usuarios del sistema de riego, que se organizaron en mingas (una tradición precolombina de trabajo comunitario o colectivo voluntario con fines de utilidad social o de carácter recíproco),  de excavación y colocación de tuberías, transportando ellos mismos el material montaña arriba. Ana Roldán, de la comunidad de Atapo Santa Cruz, explica este proyecto.

La cooperación española, tanto por parte de Manos Unidas, como de la AECID, ha sido también muy importante. “Ni los gobiernos parroquiales, ni locales, ni el mismo gobierno central  hubiesen podido  ayudar, porque es una obra grande; esa ayuda es muy importante”, destaca Oswaldo Roldán, joven dirigente comunitario.

Así lo corrobora Carlos Vicente Alconcé, técnico de Manos Unidas, expatriado en Ecuador, para coordinar desde allí el proyecto: “Esta gente,por muchos años han perseguido el sueño de agua, porque con el agua hacen realidad una vida más plena. Lo han luchado, lo han peleado, y ahora compartimos la alegría de que lo han conseguido”.

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