Israel no para en su represión hacia el pueblo palestino. Además de demoler ilegalmente viviendas en Jerusalén Este, zona bajo la administración palestina según las resoluciones de Naciones Unidas, los diferentes gobiernos israelíes pretenden que los jóvenes y niños palestinos puedan acceder a una educación libre, algo que está recogido en la Carta de Derechos Humanos de la ONU.

En el día de ayer, tropas israelíes irrumpieron en la ciudad de Yatta, en la Cisjordania ocupada, y demolieron los cimientos de una escuela en construcción destinada a la educación de los niños que viven en aldeas remotas que se ven obligados a desplazarse durante horas para asistir a clase en pueblos cercanos a través de terrenos peligrosos, además, de tener que cruzarse con las patrullas israelíes.

Rateb Jabour, miembro de un comité de resistencia a la ocupación israelí, afirmó a los medios palestinos que no hubo un aviso previo de demolición a la dirección de la escuela.

En este caso, se acrecientan las irregularidades israelíes porque esta ciudad se encuentra muy cercana a un asentamiento ilegal de colonos sionistas, por lo que las demoliciones de escuelas no tienen otro objetivo que la protección de unas colonias que están condenadas por el derecho internacional y por Naciones Unidas.

En consecuencia, Israel mantiene su política de represión en territorio palestino vulnerando día a día las resoluciones de la ONU con total impunidad gracias al apoyo que los distintos regímenes israelíes tienen de las diferentes administraciones de los Estados Unidos.