Los hombres judíos habían tratando de obtener los cargadores portátiles gratuitos que al empresa ofrecía como parte de una promoción pero les dijeron que ya no contaban con stock y que debían reservar el producto previamente, aunque luego los empleados si se los entregaron a otras personas. "Sabíamos que no tenía sentido, así que paramos tres personas que recibieron sus cargadores, y todos ellos dijeron que no habían reservado el producto previamente. Es muy incómodo tener una tienda de la esquina que no nos sirve porque somos judíos.", sentenció un joven de 24 años de Stamford Hill, que fue afectado. Si bien los agentes de policía visitaron la tienda para hablar con el personal, consideraron que no hubo delito y que el asunto debía remitirse a las normas comerciales. En tanto que el subgerente de la tienda, Daniel Reid, calificó al pueblo judío como "muy arrogante" tras el incidente y dijo a los medios: "No hay discriminación en nuestro negocio soy negro y cristiano". Por su parte, los miembros de la comunidad judía no se quedarán de brazos cruzados y estaban considerando hacer un boicot a la empresa de telefonía tras estos hechos antisemitas.