Su rival en la segunda vuelta del 30 de octubre, Lula da Silva, prefirió no participar de la celebración "para no mezclar religión con política".
La Iglesia Católica brasileña manifestó su malestar por el "uso político" de la mayor fiesta católica del país, la procesión del Cirio de Nazareth, por parte del presidente y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro. "No permitimos una utilización de carácter político o partidario de las actividades del Cirio", apuntó en un comunicado el arzobispo de Belém, Alberto Taveira Correa, tras la presencia de Bolsonaro a bordo de la corveta Garnier Sampaio en el marco de su campaña para la reelección.
Taveira recordó que no hubo ninguna invitación para que estuviera presente "Bolsonaro ni ninguna otra autoridad a nivel municipal, estatal o federal". El presidente de Brasil embarcó el sábado en una lancha de la Marina para participar en la peregrinación fluvial sin que hubiera aviso alguno en su agenda oficial.
Su rival en la segunda vuelta del 30 de octubre, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que el gobernador de Pará, Helder Barbalho, lo invitó a asistir a la peregrinación pero decidió no hacerlo "para no mezclar religión con política".
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