Un grupo misionero del Colegio Cervantes partió hacia Vichigasta

Un grupo misionero del Colegio Cervantes partió hacia Vichigasta

Los alumnos de 5° año del colegio Cervantes acompañados por docentes y directivos, partieron el sábado pasado hacia Vichigasta, La Rioja, para cumplir con la décima misión de la cual participa toda la comunidad educativa.

Es el segundo año consecutivo que desde la institución emprenden viaje hacia la ciudad de Vichigasta ya que la actividad implica conocer el lugar en una primera misión, el segundo año es para afianzarse y en el tercero, se dan por cumplidos los objetivos planteados. Luego se cambia el destino de viaje.

Un total de 53 alumnos y 14 adultos partieron el sábado y permanecerán en La Rioja hasta el martes próximo. El contingente fue dividido en familias y a la vez todo el grupo trabajará en diferentes talleres donde se preparan desafíos como teatro, folclore, juegos y musicales. “Son distintas actividades que los chicos van a ir realizando a lo largo de la semana en la ciudad, no es sólo una misión que hace a lo material sino que buscamos el servicio de diferentes maneras”, explicó Marcelo López, profesor de religión, de literatura y director de primaria, que acompañó a los alumnos en esta décima misión.

Los bolivarenses se hospedan en un espacio que hay al costado de la parroquia, un lugar especial donde pueden acampar. “Es una ciudad muy humilde, muy sencilla y el desafío implica poder acercarse a las distintas familias de allá que tienen fe. Más que nada se trata de compartir la fe y vivirla junto a otros”, fueron las palabras del profesor.

De esta manera, el grupo misionero se instaló en un lugar y los habitantes de Vichigasta lo reconocen como parte de la iglesia católica.

Según dio a conocer López, esta misión se realiza en todo el mundo y desde el colegio Cervantes de Bolívar se integran para llevar a cabo el objetivo de misionar a través de la religión.

Este es el octavo viaje de Marcelo en lo que refiere a una misión y aseguró que es “una emoción muy grande” volver a viajar cada vez.

El viaje es puramente religioso, “nosotros llevamos la palabra de Dios y la compartimos. Del amor cristiano se desprende el servicio y no es una cuestión meramente humanitaria, sino que la humanidad surge de ese vínculo con nuestros hermanos”, dijo más adelante el profesor y agregó “como es una comunidad muy religiosa, uno termina convertido y afianza más su fe en Dios”.

En los micros que viajaron los alumnos y adultos también se cargaron varias cajas de medicamentos, juguetes y golosinas, que los estudiantes a los largo del año fueron recolectando en distintas actividades con el fin de repartir entre los habitantes de Vichigasta.

De todos modos, “lo más importante que llevamos somos nosotros mismos, la posibilidad de poder compartir con ellos. Llevamos un poco pero traemos un montón, porque uno regresa completo”, dijo por último López.

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