Eucaristía, comunión y anuncio para la tarea catequética en la Diócesis de Chascomús

Eucaristía, comunión y anuncio para la tarea catequética en la Diócesis de Chascomús

Con motivo de la celebración del Día del Catequista, se realizó el Encuentro de Catequistas en la diócesis de Chascomús, presidido por el obispo monseñor Carlos Malfa, quien en su homilía habló de la Eucaristía, la comunión y el anuncio.

El Encuentro de Catequistas de la diócesis tuvo lugar en el Instituto Cristo Rey, de Lezama. Durante el encuentro se reflexionó sobre los “Ecos del III Congreso Catequístico Nacional”, con la iluminación del presbítero Alejandro Puiggari, director del Instituto Superior de Catequesis Argentino.

Los catequistas aprovecharon esta instancia de formación para continuar avanzando en el proyecto diocesano para la iniciación cristiana de niños, jóvenes y adultos, con capacidades ordinarias y especiales.

Del encuentro organizado por el Secretariado Diocesano de Catequesis participaron catequistas provenientes de los 14 partidos que conforman la diócesis.

La jornada concluyó con una misa presidida por monseñor Malfa, quien en su homilía habló de la Eucaristía, la comunión y el anuncio. “La Eucaristía es el corazón de nuestra vida cristiana, nosotros no podríamos vivir sin ella. Es la Presencia del Señor, Pan de Vida, es la renovación, la actualización sobre nuestros altares de la pasión y de la cruz, de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo”, observó el celebrante.

Monseñor Malfa invitó a examinar cómo está la comunión en las parroquias y comunidades diocesanas, y llamó a vivir la caridad entre los hermanos. También se refirió al anuncio del Evangelio y pidió ser testigos del amor de Dios a los hombres. “Nosotros no comunicamos lo que nos parece, lo que se nos ocurre, lo que sentimos o dejamos de sentir. Queremos vivir y transmitir lo que la Iglesia hace más de 2.000 años viene anunciando, y esto es ser fieles a la fe de la Iglesia”, dijo el prelado, que recomendó volver al estudio de la Sagrada Escritura, el Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.

“Vivamos siempre la gratitud profunda y renovada por haber sido llamados. Esa gratitud, cuando es verdadera, genera en nosotros la alegría por haber podido responder a esta gracia de la llamada del Señor”, concluyó el obispo.

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