Pedro Sánchez, candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, convocó a miembros de la comunidad musulmana para debatir sobre la lacra del terrorismo.

Afirmó de manera rotunda que “los principales atacados por el terrorismo son los musulmanes” y  que “en el terrorismo no cabe ni la política ni la religión”.

Una de sus principales preocupaciones fue la situación de los refugiados: “los que huyen son acusados de ser terroristas. Sin embargo, el PSOE siempre ha defendido la política de asilo. El sistema de cuotas vinculantes debería ser potenciado por España en el Consejo de Europa”.

Pedro Sánchez se desmarcó de “la declaración de guerra” de Hollande: “No comparto el término “guerra”. Es una lucha contra el terrorismo”.

Los miembros de la comunidad musulmana presentes expresaron su apoyo en esta lucha y aprovecharon igualmente para reivindicar el cumplimiento del acuerdo de cooperación de 1992 y la materialización de un pacto de Estado para normalizar el islam en España.

Natalia Andújar, vicepresidenta de Junta Islámica, manifestó la predisposición de Junta Islámica para colaborar en la lucha conjunta contra el terrorismo y la islamofobia. Alertó igualmente sobre el preocupante aumento de la extrema derecha y de los delitos de odio en España. Según Andújar: “Es de vital importancia disponer de financiación, entre otras vías, a través del 0.7% del IRPF”.

Por su parte Esteban Ibarra, presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, insistió en la necesidad de poner en práctica el punto 6 del pacto integral en defensa de las libertades y en la lucha contra el terrorismo, en el que se incluye las expresiones de racismo, xenofobia o discriminación como formas de radicalización violenta.

Amparo Sánchez, presidenta de la Plataforma Ciudadana Contra la Islamofobia alertó sobre el peligro que supone la islamofobia para la cohesión social y sobre el aumento de la islamofobia de género. Instó al PSOE a llevar a cabo una buena gestión de la diversidad religiosa.

Se cerró el encuentro con el deseo de los presentes de dialogar regularmente y de que las reuniones no estuvieran marcadas por la acuciante actualidad política ni por la proximidad de las elecciones generales.