El servicio de oración más alto del mundo tuvo lugar en la cumbre del Everest este mes cuando 5 miembros de la expedición “Minyan Everest” llegaron al pico con los nombres de los asesinados el 7 de octubre en una pancarta.
Durante nueve días, los escaladores cargaron un rollo de la Torá de 10 kilogramos y la pancarta conmemorativa a través de un terreno difícil.
A pesar de los peligros, incluido el grave mal de altura que dejó a los cinco escaladores con líquido en los pulmones, el grupo permaneció en la cima durante 45 minutos, nueve veces más de lo que se considera seguro, para poder leer la Torá y recitar el Kadish, reportó Enlace Judío.
“Nos sentíamos impotentes y queríamos mostrarle al pueblo israelí que no los hemos olvidado, ni a las 1200 personas asesinadas el 7 de octubre. Están en nuestros corazones”, dijo Taieb.
Taieb, quien comenzó a escalar a los 60 años, ha liderado minyanim en el Kilimanjaro y otros picos del Himalaya, siempre fusionando el desafío físico con la oración y el propósito judíos. Pero esta ascensión fue diferente: fue una peregrinación de dolor y resiliencia, un mensaje al mundo de que la memoria judía perdura y que las víctimas del terrorismo jamás serán olvidadas.
“Lo único que nos impulsó fue la promesa que hicimos de honrar a estas personas y el mensaje que queríamos llevar con nosotros a la cima”, reflexionó Taieb tras el descenso.
Comentá la nota