Por segundo año consecutivo tuvo lugar en el patio de la Catedral Inmaculada Concepción, la cena solidaria de Nochebuena que reunió a 150 fieles que se encuentran solos o en situación de vulnerabilidad. Participó el obispo Tissera y destacó la iniciativa
La tradicional cena solidaria de Nochebuena se realizó con éxito por segundo año consecutivo en la Catedral de Mitre y Rivadavia y albergó a unas 150 personas que compartieron un momento tan especial como lo es el compartir junto a otros la cena navideña. El obispo Carlos Tissera participó del encuentro junto a cientos de fieles que se encuentran en situación de calle o se encuentran solos.
En diálogo con EL SOL el padre párroco de la Inmaculada Concepción, Oscar Marchessi, dijo que "vinieron aproximadamente 150 personas con quienes pasamos un excelente momento junto al obispo Carlos, algo que nos llena de satisfacción, de emoción y que lo seguiremos realizando todos los años", indicó el sacerdote.
El religioso destacó el rol de los jóvenes y el esfuerzo y compromiso en la organización de la cena de Nochebuena: "quiero valorar que desde jornadas anteriores se reunieron, se prepararon para este momento tan especial, nos reconforta ver la actitud de los más jóvenes en tenderle la mano a aquellos que lo necesitan o están solos".
Por su parte, el obispo Tissera dijo: "es un momento de alegría, de reflexión, de celebrar todos juntos la llegada del Hijo, del Salvador, el que fue entregado para nuestra salvación en el gesto de amor más grande que nos representa el dar el todo por el otro, por aquel que lo necesita, como lo hizo nuestro Señor entregando a su propio hijo para nuestra salvación. Les deseo a todos todos una muy feliz Navidad", dijo en el mensaje navideño de la cena en el atrio de la Catedral.
"Jesús nació en las periferias de Belén. María y José no encontraron lugar para ellos en el poblado. En esa cueva de animales, todo se transformó gracias al tierno amor de una madre, la Virgen. Muchos años después, Jesús, luego de iniciar su predicación muy lejos de Jerusalén y de hacer presente el Reino a través de sus palabras y gestos, en su hora crucial, fue crucificado a las afueras de Jerusalén. El Salvador del mundo nació y murió en las periferias. Y allí estuvo María, transformándolo todo con su amor. Contemplando el pesebre, miremos a María".
"Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios", indicó la máxima autoridad de la Diócesis.
Vale destacar la labor que llevaron adelante los voluntarios que participaron de la organización como también de las donaciones que vecinos en forma anónima acercaron hasta la sede del centro quilmeño. Los responsables de la cena manifestaron su alegría por la concreción de la misma y la respuesta solidaria de la comunidad.
Multitudinaria misa
El párroco Oscar Marchessi ofició la Misa de Navidad ayer en la Catedral ante muchos fieles que se acercaron hasta el templo en esta fecha de júbilo para los religiosos. Con un hermoso pesebre de marco en el altar principal ya con la imagen del Niño Jesús, la cordialidad, la fe y la emoción fueron el denominador común en la sede religiosa del centro de la ciudad.
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