Devoción de los jóvenes por el Señor y la Virgen

Devoción de los jóvenes por el Señor y la Virgen

Hubo un encuentro juvenil y luego una misa frente a la Catedral.

Cerca de las 10 el ex Colegio Nacional abrió sus puertas a un grupo de jóvenes de distintos barrios de la ciudad. Todos cargados con cajas y bolsos y una devoción por el Señor y la Virgen del Milagro que se les veía en la cara. Sonrientes y sin mostrar cansancio prepararon todo para la llegada de los chicos convocados para las 15, cuando dieron inicio a la jornada de reflexión. El Milagro Joven trabajó desde las distintas vicarías de Salta con los grupos de apoyo bajo tres pilares fundamentales: creer, vivir y compartir.Teniendo en cuenta este lema, los jóvenes organizadores armaron sectores de reflexión a través del juego que fueron amenizados con distintos grupos vocales durante toda la tarde. "Tuvimos actividades que se trabajaron en grupo. Lo que buscamos es que los chicos reconozcan la razón de su fe, identifiquen la presencia de Dios en cada uno de los eventos de su vida y finalmente que compartan y transmitan su experiencia", contó Bruno, integrante de la Pastoral.En el ingreso al colegio sobre calle Juramento, los jóvenes colocaron una serie de escritorios donde se entregaba a los participantes un número de ingreso a la cancha.En el primer patio un grupo de la vicaría Sagrado Corazón de Jesús de barrio Castañares fue el encargado de limpiar el predio y cuidar los baños. Bajo uno de los árboles, un camión del Ejército se encargó de hacerles llegar dos carros-cocina cargados de mate cocido para la hora de la merienda. "Somos seis y nos turnamos para limpiar el patio y la cancha. Después de las 19 nos vamos todos juntos caminando hasta la Catedral", dijo Isaías, de 15 años."Gracias a Dios los jóvenes esperan este tiempo para encontrarse con el Señor y la Virgen del Milagro y cada año son más los participantes. Este es un mensaje de esperanza y la idea es que se encuentren con chicos que tienen las mismas emociones y siente igual, que tienen las mismas heridas y que se den cuenta que siempre hay alguien que los puede alentar", explicó el sacerdote José Carabajal.Durante el final de la jornada, en el patio del ex Nacional, pudieron disfrutar de la obra de teatro de mimos "El regalo de Dios", interpretada por los chicos de la iglesia Santa Cruz.Sonrientes, los jóvenes cerraron la jornada con una procesión alrededor de la plaza y luego con una misa frente a la Catedral. Allí escucharon las palabras de monseñor Mario Cargnello, quien se sumó a la fiesta del Milagro, luego de reanudar sus actividades oficiales el pasado domingo, tras ser sometido a una operación.

Comentá la nota