Descendientes de sefardíes podrán volver a ser portugueses 520 años después

Descendientes de sefardíes podrán volver a ser portugueses 520 años después

Cinco siglos después de que los judíos sefardíes fueran expulsados dePortugal, sus descendientes podrán solicitar la nacionalidad portuguesa gracias a un decreto-ley aprobado hoy por el Gobierno luso.

Cinco siglos después de que los judíos sefardíes fueran expulsados de Portugal, sus descendientes podrán solicitar la nacionalidad portuguesa gracias a un decreto-ley aprobado hoy por el Gobierno luso.

El documento, que ya recibió el visto bueno del Parlamento, modifica la Ley de Nacionalidad actual y se espera que entre en vigor a principios de marzo, según informó a Efe la Comunidad Israelita de Oporto (CIP, por sus siglas en portugués).

Portugal sigue así los pasos del Ejecutivo español, que aprobó una ley similar el pasado junio, ahora en trámite parlamentario.

Pero la norma lusa introduce una novedad: no establece ningún plazo para que los interesados puedan realizar la solicitud, a diferencia de los cuatro años que contempla el proyecto de ley del país vecino.

"La nueva ley intenta corregir un error histórico, al no querer otorgar la nacionalidad lusa a los descendientes de estos judíos", explicó a Efe Michael Rothwell, delegado de la Comisión de la CIP.

Rothwell consideró que la norma tiene "un simbolismo muy grande", sobre todo con respecto a aquellos judíos "a los que en la Segunda Guerra Mundial no se les permitió volver a Portugal y terminaron siendo exterminados durante el Holocausto" nazi.

La ministra de Justicia portuguesa, Paula Teixeira da Cruz, prefirió no hablar de que se está enmendando un error porque "no hay posibilidades de reparar lo ocurrido en el pasado; se trata de la atribución de un derecho".

 

En todo el mundo existen unos 3,5 millones de descendientes de sefardíes de ascendencia española y portuguesa, y se desconoce qué porcentaje podría solicitar la nacionalidad lusa.

Los candidatos tendrán que certificar su origen portugués según requisitos objetivos como el apellido, el idioma o el árbol genealógico, además de demostrar que mantienen una conexión con las tradiciones lusas.

La CIP es una de las dos comunidades autorizadas a expedir este certificado en Portugal y ya ha recibido solicitudes procedentes de países tan distantes como Sudáfrica, Estados Unidos, Panamá, Turquía y Hong Kong (China), once de las cuales han salido adelante con éxito.

La primera persona que obtuvo tan ansiado documento fue una exmodelo estadounidense de ascendencia española y portuguesa apellidada Karro que desciende del rabino Yossef Karo, considerado el mayor codificador de la ley islámica.

La historia de Karo es similar a las que pueblan la memoria de miles de familias judías que ahora viven repartidas por diferentes rincones del mundo.

Miles de judíos españoles se establecieron en Portugal y se unieron a su comunidad sefardí después de que los Reyes Católicos los desterraran en 1492.

Allí tampoco lograron escapar de las persecuciones, pues los Reyes Católicos obligaron al rey Manuel I de Portugal a expulsar al pueblo judío en 1496 como condición para casarse con la heredera española, Isabel de Aragón.

Tras el destierro, los descendientes de Yossef Karo se instalaron en Turquía y en los siglos posteriores se desplazaron a Polonia y a Lituania, desde donde algunos terminarían trasladándose a Estados Unidos, como ocurrió con la familia de la exmodelo.

La exmodelo Karro podrá incluso retomar lazos familiares, ya que otros descendientes del rabino han pedido su contacto a la CIP para conocer a su "prima".

Desafortunadamente, el pequeño grupo de descendientes de Karo que permaneció en Polonia quedó muy diezmado tras el Holocausto, como ocurrió con la comunidad de Amsterdam, donde hoy todavía se conserva una de las principales sinagogas sefardíes del mundo.

Los trámites siempre son mucho más sencillos para aquellos que pueden probar que sus antepasados se unieron a comunidades judías en otros países tras abandonar Portugal.

"Casi nadie va a conseguir su árbol genealógico de los últimos 500 años, pero sí es más fácil demostrar la descendencia de las grandes comunidades asentadas antes de la Segunda Guerra Mundial en lugares como Amsterdam o Salónica", explicó Rothwell.

Es el caso de otra de las personas que ya ha obtenido el certificado de la CIP: un ciudadano nacido en Sudáfrica con pasaporte lituano.

Su familia se trasladó a la India, a Kochi (o Cochin, en el suroeste indio), donde se unió a una comunidad judía portuguesa y adoptó el apellido "Gochim" por influencia del nombre de la ciudad.

Ahora, este descendiente Gochim quiere la nacionalidad portuguesa "porque representa un patrimonio inmaterial de su familia y todavía hoy enseña a su hijo las tradiciones sefarditas de sus antepasados portugueses", relató la CIP.

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