Eso enfatizó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) el vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, luego de la marcha del silencio realizada en homenaje al fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman. “Nosotros no tenemos nada para festejar o celebrar, sí estamos en paz por haber participado”, aseguró.
Eso enfatizó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) el vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, luego de la marcha del silencio realizada en homenaje al fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman. “Nosotros no tenemos nada para festejar o celebrar, sí estamos en paz por haber participado”, aseguró.
“No importó en este caso ni la fe que uno profesa ni el color político, sino que pudimos compartir con mucha gente de todos los orígenes el mismo respeto por la consigna de esta movilización”, recalcó Wolff a AJN. Asimismo consideró que esta marcha del silencio “puede haber cumplido con una asignatura pendiente que es honrar la muerte del fiscal”, quien fue encontrado muerto hace exactamente un mes en su departamento de Puerto Madero cuatro días después de presentar una denuncia por encubrimiento de Irán en la causa por el atentado de la sede de AMIA contra la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y varios dirigentes y funcionarios. Si bien la manifestación logró gran adhesión en general y en la convocatoria que hicieron las instituciones judías en la sede de AMIA, Wolff consideró: “Nosotros no tenemos nada para festejar o celebrar, sí estamos en paz por haber participado que cumple con sus objetivos y premisas”.
La comunidad judía se reunió en la puerta del edificio de Pasteur para partir juntos rumbo a la marcha general en Plaza de Mayo, justo frente a donde se ubicaba la oficina en la que Nisman desarrollaba sus tareas como encargado de la Unidad Fiscal AMIA. Por su parte, el presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky, afirmó a AJN durante su participación en la plaza del Congreso que la manifestación es para “respetar las instituciones de la nación, defender la democracia y seguir el reclamo de verdad y justicia”.
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