Curas pedófilos en Mendoza: la Iglesia salió a intentar lavar su imagen durante las homilías

Curas pedófilos en Mendoza: la Iglesia salió a intentar lavar su imagen durante las homilías

Busca manejar la crisis interna que ocasionó el escándalo de los sacerdotes pedófilos en el instituto Próvolo de Luján.

Por los abusos sexuales a niños sordomudos en el Instituto Antonio Próvolo, en Luján, la iglesia Católica mendocina atraviesa un profundo rechazo. La ola de acusaciones en su contra y la atrocidad de los hechos que fueron conociéndose, sumados a la falta de respuestas a tiempo y al intento de querer desligarse de responsabilidades, desequilibraron su imagen.

Parte de la opinión pública y sectores políticos de izquierda, junto con organizaciones de derechos humanos y militantes laicistas, comenzaron a reclamar pidiendo la pronta separación de la Iglesia del Estado. Al mismo tiempo, la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico encontró el terreno propicio para desenmascarar otras demandas de abuso que pesan sobre líderes católicos en Mendoza.

Por eso, el viernes, el vocero del Arzobispado señaló que realizarían una reunión entre todos los sacerdotes y responsables departamentales, con el fin de acordar un discurso unificado para las siguientes homilías, comenzando por la de ayer, la primera con mayor concurrencia de gente desde que se destapara el escándalo de curas pedófilos, 22 víctimas de abuso y la posibilidad de que hayan muchos más casos por descubrir en las próximas semanas.

El objetivo del Arzobispado es "frenar la tormenta" y controlar, dentro de lo posible, que "el caso no siga teniendo nuevas repercusiones y réplicas a nivel nacional e internacional", para que la perdida "de crédito y capital simbólico ocasionado por la crisis sea mínima y los fieles no se sientan aún más estafados por sus representantes religiosos".

"Para la Iglesia ha sido una semana durísima y hemos querido resumir estos días con tres palabras: dolor, indignación y Justicia. Esta situación debe ser una de las más graves de Argentina y debe estar en el top ten a nivel mundial. Es gravísimo lo que ha pasado y nos ha conmocionado mucho, porque ligamos todos", dijo Marcelo De Benedictis durante el sermón de anoche, en la parroquia San Nicolás y Santiago Apóstol, en la calle Sarmiento en pleno centro mendocino.

El mismo mensaje fue bajado en el resto de las parroquias mendocinas buscando llevarles tranquilidad y explicaciones a los creyentes. El sacerdote reiteró que nunca se ocultó nada y que en cada comunicado dado a conocer por los medios se dijo lo que se sabía. "Se darán pasos para que esto no ocurra nunca más", dijo rotundamente el vocero del Arzobispado frente a un auditorio cautivo y poco concurrido.

"Santa y pecadora"

El cura aprovechó también la ocasión para contar que ya no se realiza más la praxis de trasladar a sacerdotes acusados de delitos de una iglesia a otra y explicó que ahora cuando alguien es denunciado se le quita el ejercicio del ministerio y la Justicia civil es quien avanza en la causa para esclarecer los hechos.

"Hay cosas que seguir mejorando en la Iglesia, de eso estamos seguros y estamos dando pasos en la selección de los muchachos que ingresan al seminario. Nosotros los sacerdotes hemos tenido que leer criterios y normas para prevenir el abuso de menores. Leer y firmar una declaración jurada que está archivada en el Arzobispado", señaló minutos antes de terminar su homilía dominical.

-Brindará ayuda. El Arzobispado manifestó que, luego de las denuncias, se pondrá a disposición de la Justicia, de los damnificados y sus familiares, y de los docentes y no docentes del Próvolo.

-Habrá sanciones. Los curas acusados tienen prohibido ejercer el servicio del sacerdocio, según anunció el arzobispo Carlos María Franzini luego de que saliera a dar la cara ante la prensa.

-Pedirán antecedentes. Tras lo ocurrido en el Próvolo se extremarán los informes personales de los religiosos de las distintas órdenes que estén en la provincia y bajo su mando.

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