Un cura niega la comunión al precandidato presidencial Joe Biden por apoyar el aborto

Un cura niega la comunión al precandidato presidencial Joe Biden por apoyar el aborto

El vicepresidente de Estados Unidos durante los dos mandatos de Barack Obama, Joe Biden, es uno de los candidatos favoritos en el Partido Demócrata para disputar la Casa Blanca a Donald Trump. Y está en plena campaña para conseguirlo. Para ello, juega también con la baza de ser católico, algo que, sin embargo, no le ha servido en una parroquia de Carolina del Sur.

 

 

El político demócrata se encontraba haciendo campaña por la zona y acudió a misa el domingo, pero a la hora de la comunión el sacerdote Robert Morey le negó el Cuerpo de Cristo por su público apoyo al aborto en Estados Unidos, postura que además se ha radicalizado durante los últimos meses con el objetivo de ganar más votos.

El religioso explicó a la prensa que «lamentablemente, el domingo pasado, tuve que negarle la Sagrada Comunión al ex vicepresidente Joe Biden».

La comunión «significa que somos uno con Dios, entre nosotros y con la Iglesia. Nuestras acciones deberían reflejar eso. Cualquier figura pública que defienda el aborto se coloca fuera de la enseñanza de la Iglesia», detalló.

El párroco de la iglesia de San Antonio en Florence, aseguró que «como sacerdote es mi responsabilidad cuidar las almas encomendadas a mi cuidado y debo hacerlo incluso en las situaciones más difíciles».

Antes de ordenarse, Morey ejerció como 14 de años de abogado y trabajó durante siete en la Agencia de Protección Ambiental y en el Departamento de Energía de Estados Unidos.

El sacerdote que negó la Comunión al político demócrata se escuda en el artículo 915 del Código de Derecho Canónico, que dice que «no deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave».

En 2004, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, como prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, mencionaba en una carta a los obispos de Estados Unidos precisamente un posible caso como el que ha ocurrido ahora.

«Respecto del grave pecado del aborto o la eutanasia, cuando la cooperación formal de una persona es manifiesta (entendida, en el caso de un político católico, como hacer campaña y votar sistemáticamente por leyes permisivas de aborto y eutanasia), su párroco debería reunirse con él, instruirlo respecto de las enseñanzas de la Iglesia, informándole que no debe presentarse a la Sagrada Comunión hasta que lleve a término la situación objetiva de pecado, y advirtiéndole que de otra manera se le negará la Eucaristía», decía entonces el ahora papa emérito.

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