Fue una rara demostración de fuerza, una que normalmente se ve solo en países totalitarios del tercer mundo, 25,000 soldados de la Guardia Nacional en la capital de la nación estaban en una misión de seguridad masiva: proteger a Joe Biden y a los que asistieron a su ceremonia de juramento.

Sin embargo, esta no fue la primera vez en una inauguración estadounidense.

En 1861, la Caballería de los Estados Unidos colocó francotiradores en los tejados y tropas a lo largo de la ruta inaugural para proteger al entonces impopular presidente electo Abraham Lincoln mientras su carruaje viajaba por la avenida Pennsylvania hasta el Capitolio.

Cinco semanas después, los primeros disparos de la Guerra Civil sonaron sobre Fort Sumter.

Ahora, 160 años después, algunas personas creen que un Estados Unidos dividido está al borde de una segunda guerra civil. Pero el editor principal de The American Conservative, el autor Rod Dreher, cree que el país puede estar al borde de lo que él llama un "momento del padre Kolakovic".

En su libro Live Not by Lies, Dreher habla de un sacerdote antinazi que enseñó en la Universidad Católica de Eslovaquia durante la Segunda Guerra Mundial. El padre Stjepan Tomislav Kolakovic advirtió a sus estudiantes sobre la persecución que se avecinaba.

"Les dijo a sus estudiantes, 'la buena noticia es que los alemanes van a perder esta guerra. La mala noticia es que los comunistas gobernarán este país cuando la guerra termine'", explicó Dreher. "'Lo primero que van a hacer es ir tras la iglesia. Tenemos que estar preparados'".

Kolakovic organizó grupos de oración de estudiantes para prepararse para el sufrimiento. Dreher dijo que se convirtieron en la columna vertebral de la iglesia clandestina de Europa del Este.

"Creo firmemente que estamos en un momento similar aquí en Estados Unidos. Ahora los cristianos de todo tipo (católicos, protestantes, ortodoxos) deben aprovechar este momento de libertad. Tenemos que establecer nuestras redes para prepararnos para la persecución", advirtió Dreher.

Y a diferencia del comunismo soviético y del bloque del Este, Dreher describe lo que puede estar llegando a Estados Unidos como "totalitarismo suave".

"No va a haber gulags, policía secreta, lo que tenían los soviéticos. Más bien, esto es algo que las grandes tecnologías van a hacer principalmente para limitar el acceso a la economía, manteniéndolo así solo para aquellos que se ajustan a lo que quiere el régimen puede participar en la economía", explicó Dreher.

La censura del discurso en las redes sociales y el reciente cierre de los servidores de Amazon para el popular sitio web conservador Parler podrían proporcionar una pista de lo que podría suceder.

"Va a venir de las grandes empresas y las grandes tecnologías, que utilizarán su libertad en nuestra sociedad de libre mercado para marginar y oprimir a los 'deplorables', que incluye a los conservadores políticos y religiosos", insistió Dreher.

Dreher y algunos defensores de las libertades civiles predicen que los miembros del Congreso de los Estados Unidos pueden usar los eventos recientes como una excusa para revivir la legislación nacional contra el terrorismo. Temen que el esfuerzo pueda potencialmente apuntar a estadounidenses inocentes.

"Vamos a ver a personas designadas como terroristas, personas que no tienen ningún interés en el terrorismo y que no apoyan la violencia, pero que simplemente cuestionan la forma en que se hacen las cosas en este país y lo hacen desde la derecha", predijo Dreher. "Creo que los cristianos, los cristianos conservadores, también serán el objetivo y no habrá discriminación entre nosotros, los cristianos conservadores pacíficos y los que quieren la violencia".

Y Dreher cree que si bien la pandemia de COVID-19 es un problema grave, también está impulsando a una sociedad estadounidense ya dependiente hacia la voluntad de ser controlada.

"Nos ha puesto en una posición y una mentalidad de miedo y control y donde podemos estar abiertos a que el gobierno nos diga qué hacer. Y creo que esto ha sido un ensayo, si se quiere, para un mayor control", él dijo.

Uno que cubre casi todos los aspectos de su vida por cortesía del gobierno grande, Big Tech, y los grandes medios.

Ya está sucediendo en China, donde el gobierno comunista ha implementado un sistema de crédito social que obliga a los ciudadanos a ajustarse a lo que quiere el gobierno. Aquellos considerados buenos comunistas son recompensados ​​con pleno acceso a la economía, viajes, educación superior y buenos trabajos.

"Creo que veremos una versión informal de eso aquí en Estados Unidos", dijo Dreher. "Y el martillo caerá sobre los conservadores y los cristianos tradicionales".

Todd Nettleton presenta la radio Voz de los Mártires.

"Tal vez afecte su empleo, tal vez afecte sus oportunidades de promoción, su avance en su trabajo", explicó Nettleton.

Dreher advierte que los cristianos estadounidenses deben prepararse.

"Nosotros en la iglesia estadounidense no sabemos nada sobre el sufrimiento. Lo hemos tenido bien durante mucho tiempo. Las personas que crecieron bajo el comunismo, con las que hablo en mi libro Live Not By Lies, saben lo que es sufrir por la fe", explicó Dreher. "Tenemos que empezar a aprender de su experiencia y tenemos que estar preparados para ser firmes y sufrir sin odiar a nuestro enemigo".

Nettleton dijo que Jesús les dijo a sus seguidores que serían perseguidos por su fe.

"Cristo dijo que el mundo me odia, si me sigues, el mundo también te odiará. Nosotros, como cristianos estadounidenses, no hemos experimentado tanto. Eso puede estar cambiando y es posible que estemos viendo el día en el que realmente le cueste a alguien seguirlo. Jesucristo con valentía, incluso aquí mismo en los Estados Unidos".