La comunidad islámica de Cuba está creciendo, con el apoyo de Arabia Saudita y Turquía

La comunidad islámica de Cuba está creciendo, con el apoyo de Arabia Saudita y Turquía

Están rezando, de rodillas en un parque y mirando hacia La Meca. La escena, que ya es habitual en muchas ciudades occidentales, resulta en cambio casi inédita en Cuba, donde fue filmada para un reportaje de la BBC sobre la vida de los musulmanes en la isla. 

Hace décadas que los muslmanes cubanos –una comunidad minoritaria pero en crecimiento- están acostumbrados a rezar en sus casas, lejos de ojos indiscretos, o bien en el salón de la Casa Árabe, un museo estatal de La Habana que custodia la herencia histórica de esta cultura en el país. Pero ahora están cambiando los vientos y los fieles –sobre todo los más jóvenes- aseguran que el Islam, en Cuba, está muy lejos de ser cosa del pasado.

Y en efecto en los últimos tiempos, sobre todo gracias al apoyo de los gobiernos de Arabia Saudita y Turquía, se están multiplicando las iniciativas –especialmente la construcción de nuevas mezquitas- para incentivar el culto islámico en la isla. La misma BBC mostró el lugar donde está prevista la construcción de un templo financiado por el gobierno saudita. Sin embargo, el hecho de que en Cuba todavía no haya una mezquita es señal de las dificultades que ha encontrado hasta el momento esta comunidad para profesar libremente su religión. Sin contar otro tipo de obstáculos, desde el alcohol omnipresente hasta la carne de cerdo, plato nacional, en la isla todo parece conjurarse contra los que quieren ser buenos musulmanes.

¿Acaso se está yendo hacia un Islam “en salsa caribeña”? Lo negó enfáticamente a la BBC el presidente de la Liga Islámica de Cuba, Pedro Lazo Torres: “No existe un Islam cubano o chino. El Islam es el mismo en todo el mundo”.

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