Es uno de los ejemplares más antiguos del Corán a nivel mundial y se preserva en una mezquita remota llamada Jiezi, en la provincia de Quinghai en China. Allí atesoran el manuscrito que se remonta entre el siglo VIII y el XIII. Fue traído a China por unos emigrados desde Asia Central hace 800 años. Tiene 867 páginas y está divida en 30 volúmenes. La encuadernación es en seda azul. Y los volúmenes están cubiertos de cuero de rinoceronte.

El gobierno chino en el 2007 emprendió la tarea de restaurar el manuscrito y se le dio un una vitrina especieal con control de oxígeno, temperatura y humedad a fin de evitar el deterioro por el paso del tiempo.