"La catequesis no entra en cuarentena": Creatividad, humor y amor en tiempos de pandemia

En tiempos de cuarentena y con las actividades restringidas, la vida de la Iglesia se fue adaptando a la modalidad virtual. Pero no sólo las misas y celebraciones se transmiten en vivo en las redes sociales, y los sacerdotes no son los únicos encargados de acompañar a sus comunidades. Por estos días, con renovada creatividad y como signo de esperanza en este tiempo de incertidumbre, los catequistas acompañan a niños y adultos en su caminar en la fe. 

Reflexiones en video, obras de títeres, podcast, canciones, programas de radio, videollamadas. Los recursos explotan en tiempos de cuarentena para acercar a los catequistas con sus comunidades de las formas más variadas y creativas.

El Instituto Superior de Catequesis Argentino (ISCA) adoptó el lema: “La catequesis no entra en cuarentena”. De este modo, se proponen que la cuarentena en las casas sea un “volver a los orígenes”, porque “así empezó la catequesis familiar”, señaló el director del ISCA, presbítero Alejandro Puiggari, en conversación con AICA.

El sacerdote consideró importante no perder de vista la dimensión tan linda de la creatividad de los catequistas, que “están sosteniendo de una manera extraordinaria la acción de la Iglesia, y son sobre todo laicos, matrimonios, que están haciendo cosas muy interesantes”.

Entre las iniciativas relacionadas a la catequesis en este tiempo especial, los catequistas cuentan con un espacio en Radio María llamado “El Fogón del Catequista”, que cada jueves los reúne en torno a un tema en particular.

"Los chicos necesitan encontrarse"

Con respecto a las primeras comuniones, “eso lo va a decidir cada obispo”, explicó el padre Puiggari, pero lo que se intenta es “no angustiar a los chicos con la idea de que están perdiendo el año, porque no lo están perdiendo, lo están viviendo de otra manera”.

“Estamos trabajando mucho con los chicos y las familias. Lo que hemos intentado es no escolarizar, no queremos trabajar de la misma manera que en los colegios, sino enfocarnos más en lo lúdico. No queremos escolarizar, sino trabajar mucho el tema de encuentro, de vínculos. Los chicos necesitan encontrarse”, detalló.

En ese sentido, explicó, “proponemos una actividad sencilla y que después nos puedan contar cómo están. También ha cambiado el orden de la catequesis a un orden más vivencial y litúrgico. Tomamos no tanto un programa de catequesis, sino que vamos acompañando los distintos momentos”, tanto en la catequesis de niños como en la de adultos.

La respuesta de las familias es muy buena, “en estos días hay una gran sed de Dios”, aseguró el sacerdote. “No los queremos llenar con tareas escolares: es un año especial”, reconoció, deseando que este año se les grabe en la memoria “porque en la cuarentena tuvieron la presencia de Jesús que los acompaña, la Virgen que está con ellos”.

Desde el Instituto, se programan reuniones cada 15 días, donde se van pensando y armando artículos para poder orientar a otros. “Hay muchísima creatividad”, destacó el padre.

"El humor y el amor" para secar lágrimas

La catequista y titiritera Mónica Gómez desarrolla la iniciativa “Los títeres del Mendrugo”, una forma creativa y graciosa de representar escenas de la vida católica, y acompañar las diferentes celebraciones del calendario litúrgico adaptadas para los más pequeños.

En diálogo con AICA, Mónica expresó: “En estos tiempos de incertidumbre, temor, confusión y angustia, brilla como una pequeñísima piedrita preciosa en el barro, la luz de la esperanza. Esa luz nos está encendiendo el corazón a las personas de fe, sobre todo, para movernos a iluminar. Y entre esas personas los catequistas, que ante tanta oscuridad, redescubrimos nuestra vocación y misión: iluminar como estrellitas en la noche oscura. Iluminar ya no sólo a los catecúmenos sino también a sus hogares y a sus soledades, llevándoles la antorcha de la esperanza”.

“Esto se concreta por diversos medios, en estos momentos las redes, a veces internet, otras la radio. Personalmente, yo conjugo el ser catequista y ser titiritera, y comencé a realizar breves videos, acompañando los tiempos litúrgicos que transcurren en esta cuarentena, con la intención de ayudar a los catequistas escolares y parroquiales en esta tarea de llevar el pan de la fe a los hogares, y vemos que va resultando, tratando siempre de no salirnos de la realidad”, detalló, destacando que los principales recursos son “el humor y el amor” para “secar lágrimas, contagiar sonrisas, rescatar la vida con hechos concretos”.

La tecnología para llevar la Buena Noticia

Diego, catequista de la parroquia San José del Talar y santuario Nuestra Señora que Desata los Nudos, compartió su experiencia en este tiempo de confinamiento: “Hemos desarrollado algunas acciones tendientes a darle continuidad a la catequesis de primera Comunión y de perseverancia. Lo que hemos hecho fue desarrollar una página web, o darle continuidad a un proyecto de años anteriores, donde poder cargar los contenidos, las fichas de cada encuentro y el material para utilizar con las familias”.

“Eso lo hemos complementado con una aplicación con Google Classroom para tener interacción con los chicos. Desde hace dos semanas, dos sábados, también hemos sumado encuentros virtuales a través de la aplicación Zoom, para poder tener contacto visual con los chicos, que se encuentren entre ellos y poder compartir esta buena noticia a través de la tecnología”, detalló.

En la página web “Cateweb Desata” comparten recursos y subsidios para acompañar con actividades la liturgia del domingo, y los enlaces para participar de la misa y leer la Liturgia cotidiana.

"Estoy al lado tuyo"

Por su parte, Cristian Saint Germain, laico, de 53 años y padre de dos hijos, detalló las actividades que se realizan desde el ISCA en este tiempo de confinamiento. “En mi caso soy profesor del Instituto, catequeta, ya desde hace algunos años, además de trabajar en la UCA y en colegios católicos en la Pastoral Educativa, sobre todo”.

“Estamos haciendo un trabajo de pensar la catequesis, estamos tratando de generar espacios que nos permitan, dentro del ISCA, en forma virtual, cada uno desde su lugar, palpitar las distintas realidades desde todos los rincones del país de donde somos los formadores del instituto, para poder, junto con todos los catequistas que están repartidos en forma capilar en todos los rincones de nuestra patria, acompañar y pensar la catequesis en tiempos de pandemia”.

“Vamos viendo que algunas claves son importantes en esta realidad: estar cerca de cada una de las familias, cerca de cada uno de los catequistas, cerca de cada uno de los niños, jóvenes, adolescentes y adultos que buscan a Jesús y que están siendo acompañados de esta manera virtual, desde las formas más variadas, desde un Wasap hasta un vivo por YouTube, por Instagram, por Facebook. Desde una catequesis mandada en forma textual hasta distintos espacios que permiten el intercambio a través de Zoom, de Meet y de otros medios en los que los catequistas van desplegando su creatividad en el amor con que acompañan. Esa es la clave que nosotros vamos viendo para este momento: no recetas, sino claves, hitos que nos permitan justamente acompañar”, detalló.

“Estamos convencidos de que el anuncio es acompañar, el anuncio es: ‘Estoy al lado tuyo’ en este proceso que nos va llevando pascualmente a atravesar el dolor, a atravesar muchas veces la enfermedad y el desafío de acompañar a los que más sufren, nunca dejándolos solos, ni a los que están internados, ni a los enfermeros, los médicos, ni tampoco dejar solos a los que están en sus casas, que por ahí no los aplaudimos pero necesitamos acompañar porque están haciendo un trabajo de cuidarnos entre todos, de cuidar a sus hijos, de sentir que a veces tienen que sacar nuevas capacidades que tenían, como papás o mamás, olvidados, y que necesitan ese acompañamiento de cada uno de nosotros: Estar al lado del otro, anunciándole a Cristo que es esperanza y que triunfó sobre la muerte”.

Una comunidad de agradecidos

El cantautor Ariel Glaser, que desde hace 35 años compone canciones sobre la fe y los valores, actualmente comparte mensajes de reflexión, de agradecimiento, “cada mañana para comenzar el día con una sonrisa, con un agradecimiento en los labios”, explicó.

Sus mensajes llegan a personas en todo el mundo, y se ha formado una comunidad de “agradecidos”. Se trata de “gente que quiere caminar por el lado agradecido de la vida”, detalló. Además, comparte su material musical en plataformas digitales como YouTube y Spotify.

Cambiaron las redes, pero no el entusiasmo

La catequista Marta Cesaretti, coordinadora del área de Catequesis para Adultos de la Junta Nacional de Catequesis, compartió su experiencia en este tiempo de pandemia y de encierro. “A los catequistas se nos cambiaron las redes, pero no el entusiasmo ni la fuerza. A la luz del Espíritu Santo seguimos llevando el mensaje a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Realmente es maravillosa la creatividad, la disponibilidad, la entrega de todos, para poder continuar con la misión”, valoró.

Desde el equipo del área de Catequesis con Adultos, explicó, “tratamos de ir acompañando a todos los catequistas, les hacemos llegar material a través de nuestra página de Facebook, de Wasap, de correo electrónico, y en este acompañar vamos siguiendo el Año Litúrgico con reflexiones, con celebraciones”.

Entre los recursos que utilizan también están las canciones, “otra forma de llegar, de hacer catequesis, de anunciar y proclamar la buena noticia del Reino”.

“Nos estamos proponiendo continuar, al menos esta primera etapa hasta Pentecostés y estamos evaluando también seguir de esta manera porque no sabemos cuándo podremos tener nuevamente los encuentros presenciales que tanto nos enriquecían a todos”, reconoció.+

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