Cargnello suspendió al cura Crespo

Cargnello suspendió al cura Crespo

"No es posible volver atrás". Esa, según el arzobispo de Salta, Mario Cargnello, fue la respuesta del Tribunal Electoral a su pretensión de que la entidad prohíba a uno de los candidatos a diputados, el cura Jorge Crespo, a utilizar los símbolos de la iglesia en su candidatura. Ante la respuesta es que Cargnello comunicó públicamente que decidió suspender a Crespo.

En un escrito que se dio a conocer públicamente, Cargnello aseguró que frente a la desobediencia de Crespo de renunciar a su candidatura "seguí el procedimiento señalado por la Iglesia y tuve que tomar la dolorosa decisión de suspenderlo en el ejercicio de su ministerio". Sin embargo, hasta ahora, el mismo Crespo había decidido dejar de hacer misas. Sólo tenía a su cargo la Capellanía del Hospital Oñativia que también fue suspendida por orden de Cargnello antes de la suspensión oficializada.

Cargnello aseguró que su objetivo es "evitar la confusión de los ciudadanos…más aún cuando la presentación para la candidatura se está haciendo 'sacrificando el sacerdocio', como se afirma en los volantes de propaganda", dijo.

"La Iglesia, que por razón de su misión y de su competencia, no se confunde en modo alguno con la comunidad política ni está ligada a sistema político alguno, es a la vez signo y salvaguardia del carácter trascendente de la persona humana", indicó al mencionar el Concilio Vaticano II, indicando que esto "destaca la independencia y autonomía mutuas entre la Iglesia y el Estado". Sin embargo, hay entidades del Estado que son manejadas por la Iglesia entre las que se cuentan instituciones de recuperación de personas con adicciones. Tras ello indicó que "los presbíteros hemos de ser hombres al servicio de todos en clave de fraternidad espiritual. Tomar partido tiene el riesgo de dividir, por ello no debemos intervenir directamente en la acción política ni en la organización social. Reducir nuestra misión a tareas que son propias del mundo civil no es una conquista sino una gravísima pérdida para la fecundidad evangélica de la Iglesia”.

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