Cabalgata Brocheriana: tras las huellas del Curita

Cabalgata Brocheriana: tras las huellas del Curita

La Cabalgata Brocheriana partió a Traslasierra, a donde llegará el martes próximo, en la previa del día de Brochero.

Por Juan Pablo Martínez

“¡Hace como dos horas que me vienen diciendo que falta un kilómetro!, ¿cuándo llegamos?”, le preguntaba un policía a otro llegando al puente del desvío de la ruta 20 hacia Falda del Carmen. En verdad ya faltaba poco, muy poco, para que terminara la primera etapa de la dura cabalgata brocheriana que partió ayer de la ciudad de Córdoba cerca del mediodía y con el norte puesto en Villa Cura Brochero. 

La primer parada fue en San Nicolás, en el complejo Cocoguana. La jornada a caballo duró seis horas y media. El arribo de la tropilla de 500 jinetes acompañados de 250 caminantes fue cerca de las 19. El cansancio se hizo sentir, sobre todo en la cintura y en la entrepierna. 

Todos –jinetes, caminantes, caballos y mulas– llegaron con la lengua afuera, un fuerte contraste con la entusiasta partida desde la Catedral, que incluyó un par de chacareras, una bendición y varios “¡Viva el Cura Brochero!”.

Después, el Centro de la ciudad, la avenidas Vélez Sársfield, Pueyrredón y Fuerza Aérea se llenaron de equinos. El sonido de las herraduras contra el pavimento taparon las bocinas. 

En las paradas de los bondis los pacientes pasajeros de la ciudad mataron el tiempo sacando fotos o filmando videitos. Muchas personas se asomaron a sus balcones porque la extensión de la columna era llamativa. 

Sobre Sol de Mayo, muchas familias interrumpieron sus almuerzos para salir a la calle a saludar a los jinetes y desearles suerte. Algunos de los curiosos, esperaban el paso de la tropilla con estampitas del beato Brochero.

Hasta el primer descanso frente a la Escuela de Aviación Militar, el ánimo estuvo en el alto. Y lo levantó más el sandwich de milanesa del almuerzo. 

Llegó el turno de arrancar nuevamente. Como es norma de este cruce, primero salen los caminantes y luego, los jinetes. 

Ya cerca de las 15 salió el sol y levantó la temperatura (un elemento más de fatiga). El ritmo de la cabalgata, muy lento. Para que usted se dé una idea, se demoró unos 40 minutos en llegar al peaje ¡desde el avión de la rotonda donde inicia la ruta 20!

Los niños tomaron las riendas. Después de eso, comenzaron a sentirse las quejas generalizadas de todos los peregrinos, con excepción de los chicos, que no se le achican a tamaño desafío (150 kilómetros a lomo de caballo atravesando las Altas Cumbres).

Los más pequeños tienen cuatro años y van acompañados de sus familias. La mayoría cabalga en ponis pero a los más preparados la altura de los animales no los condiciona. Para un primerizo no es sencillo manejar uno de estos bichos, para ellos sólo es cuestión de ajustar los estribos y tirar las riendas para tomar el control de los caballos.

Así, la cabalgata transcurre entre charlas amenas, algunas quejas, pero siempre con tres banderas en alto: la del Cura Brochero, la Papal y la Argentina. Los tres estandartes lideran la marcha. 

Día dos

Hoy la cabalgata brocheriana partirá aproximadamente a las 8 desde San Nicolás para terminar la etapa en Tanti. Los organizadores aseguran que esta jornada no será tan extensa como la de ayer. 

Se espera que a lo largo del camino se vayan sumando más jinetes, sobre todo cuando la tropilla descienda desde la Pampa de Achala hacia Villa Cura Brochero, por lo que llegarían al pueblo del futuro santo más de mil jinetes. 

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