A través de un comunicado, el Arzobispado de Mendoza informó haber tomado conocimiento de diversos sucesos relacionados con el presbítero Edgardo Daniel Copado, quien hasta el día 20 de agosto de 2014 se desempeño como administrador en la Parroquia Nuestra Sra. del Carmen de Rodeo de la Cruz, Guaymallén.

Según consta en el mismo comunicado, el sacerdote simulaba encargos y tareas, "jamás encomendadas por este Arzobispado, direccionadas a solicitar ayudas económicas para supuestos fines eclesiales de los que la Iglesia Arquidiocesana ha sido totalmente ajena".

El comunicado detalló además: "Ante estos hechos, y dada la situación personal planteada y evidenciada por el mencionado presbítero, el Arzobispado ha decidido por razones de transparencia y cooperación con la justicia ordinaria como también por su condición de víctima del accionar descrito, denunciar una serie de hechos protagonizados por el presbítero en cuestión. Por consiguiente, el Arzobispado ha puesto en conocimiento de la justicia ordinaria estas conductas en cuanto no sólo pueden constituir delitos canónicos, sino también crímenes perseguidos por la autoridad civil. En tal sentido, el Arzobispado ha colaborado y continuará colaborando con la justicia, al tiempo que ya ha activado las instancias canónicas correspondientes".

Y finalmente cierra: "En consecuencia, y en mérito a los elementos descritos, el Arzobispado ha procedido también, a tenor de lo previsto en la legislación canónica, apartar oportunamente al mencionado presbítero del ejercicio del ministerio sagrado y por solicitud de éste ha sido suspendido del ministerio".