“En Argentina, algunos ‘voceros’ del Papa quieren sacar réditos”

“En Argentina, algunos ‘voceros’ del Papa quieren sacar réditos”

Diálogo con el obispo castrense de Argentina. Anunció la apertura del libro de bautismos del más emblemático centro de desapariciones forzadas en tiempos de la dictadura militar. Abordó la polémica sobre los “voceros” de Francisco y reconoció cierto clima “anti-papal” en su país

Entre 1975 y 1979, unos 127 bebés fueron bautizados en las instalaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada. En esos mismos años, el predio naval fungía como centro clandestino de detención y tortura de desaparecidos. Ahora podrán conocerse los datos de los infantes que recibieron el sacramento en la capilla Esma y, quizás, permitir la recuperación de algún hijo apropiado. Lo anunció Santiago Olivera tras reunirse con Francisco la tarde de este miércoles en la Casa Santa Marta, su residencia del Vaticano. 

  

En entrevista con el Vatican Insider, el obispo castrense de la Argentina también se refirió al persistente debate mediático en su país sobre los “voceros” del Papa, tras el posicionamiento de la conferencia episcopal que, en las últimas horas, pidió valorar correctamente la palabra del pontífice porque él “habla por sí mismo”.  

  

¿Cómo fue el encuentro con el Papa? 

“Le pedí la entrevista después de seis meses de haber asumido en el obispado castrense para pedirle algunos consejos. Hablamos del sentido de las capellanías, del sacerdocio al servicio de esta particular vocación que tienen los militares. Le compartí la inquietud de que todas las fuerzas de seguridad estén incluidas en la órbita del obispado, como ahora Prefectura y Gendarmería. La idea es incluir también, por ejemplo, a la Policía Federal”.  

  

¿Algún otro tema? 

“También hablamos de la posibilidad inminente de que monseñor (Enrique) Angelelli, (obispo de La Rioja asesinado por militares durante la dictadura, en 1976) sea declarado mártir, en la Congregación para las Causas de los Santos el proceso está muy avanzado, junto a tres otros sacerdotes riojanos. Agradecemos la vida de hombres de Dios que supieron estar con la gente y defendiendo la causa de los derechos humanos”.  

  

¿También abordaron la decisión de abrir los archivos de la Iglesia del tiempo de la dictadura militar? 

“Le comenté que, en la línea del Vaticano y de la Conferencia Episcopal Argentina de colaborar para ir sanando la historia y aportando luz a aquel triste período de la historia argentina, vamos a poner a disposición los documentos sobre los bautismos realizados en la capilla Stella Maris de la ESMA (la Escuela de Mecánica de la Armada, uno de los centros de detención de desaparecidos ndr)entre los años 1975 a 1979”.  

  

¿Cómo surgió esa iniciativa? 

“Una periodista me lo solicitó, yo lo estuve buscando, lo encontré y lo tengo. Esperemos ver los detalles con la conferencia episcopal. Lo importante es abrir todo lo que pueda ayudar a ir descubriendo o entendiendo situaciones del pasado. Asumo el pedido de memoria, verdad y justicia con una mirada completa en los tres ámbitos: Una memoria sin ideología, una verdad completa y justicia en el sentido más amplio”.  

  

¿Entre esos bebés bautizados existirán algunos hijos de desaparecidos?  

“No se sabe, pero estamos dispuestos a ver si se pueden encontrar. Son bautismos de ese periodo, pueden ser de militares o de matrimonios que, por su relación, han bautizado a sus hijos ahí”. 

  

¿Los datos son sólo de ese centro? 

“Lo que me solicitaron y tengo a disposición es eso. Hablaré con la conferencia episcopal y el presidente sobre este tema. Lo comenté con el santo padre y él vio que es muy importante trabajar en esa línea”.  

  

¿Qué ánimo existe en las Fuerzas Armadas sobre la reconciliación? 

“He podido comprobar que muchos tenemos clara la necesidad de una reconciliación entre los argentinos. Cuando hablamos de reconciliación es importante aclarar, porque a veces algunos en nuestra patria interpretan a la reconciliación como sinónimo de olvido y de mirar para adelante simplemente. Pero la reconciliación es importante realizarla en la verdad, en la reparación. De otra manera no existe verdadera reconciliación. Al Papa le conté que la Navidad la pasé en dos cárceles y en el hospital de Ezeiza donde hay militares enfermos, le hablé de la necesidad de vivir la justicia y cómo, ahí, hay situaciones que no la respetan”.  

  

¿Cuáles? 

“Por ejemplo, en el caso de presos ancianos a los cuales no se les reconoce lo dictado por la ley y se les otorga el vivir en domicilio o algunos otros que han paso muchos años sin proceso. En diciembre un militar fue puesto en libertad tras haber pasado 10 años sin culpa y sin cargo, esas son nuevas injusticias que no ayudan al futuro. Es importante que la ley y los derechos humanos sean para todos, con una mirada más misericordiosa, pero sin olvidar la verdad y la justicia”.  

  

La Conferencia Episcopal Argentina emitió un fuerte pronunciamiento para aclarar que el Papa “habla por sí mismo” y que nadie puede erigirse en su vocero, ¿cómo lo valora?   

“Comparto totalmente el comunicado. Tenemos un Papa que es un lujo, debemos saber que nuestro pueblo lo quiere más allá de algunas cosas que no se saben o no se entienden de él, quizás porque tenemos una mirada más parcial y no una mirada en la totalidad como la que él puede tener”.  

  

¿Siente que el Papa no es valorado adecuadamente? 

“Es un líder y referente mundial que nadie discute, se puede estar de acuerdo o menos con lo que hace, pero él actúa en modo evangélico. Él tiene sus voceros oficiales, tiene sus canales, la Iglesia tiene años de diplomacia y de sabiduría, yo me adhiero a eso. Sobre los que se convierten en voceros, allá ellos; nosotros preferimos quedarnos con la palabra del Papa y de la institución vaticana cuando tiene que hablar la Iglesia”.  

  

¿Este pronunciamiento no llega un poco tarde? ¿No se podía evitar la alimentación de un sentimiento “anti-papal” en Argentina? 

“Si el clima es “anti-papal” es porque mucha gente espera que el Papa vaya (al país), pero él sabe mucho más que nosotros. Sabe si están dadas las condiciones o no están dadas, de verdad confío plenamente en la cintura del Papa y en la capacidad de la diplomacia vaticana. En Argentina el Papa es muy querido, sobre todo en el interior, es muy aceptado. Cuando se lo quiere teñir, de uno o de otro lado de una mirada política, ahí estamos en problemas. El Papa nos trasciende, es un referente y los argentinos tenemos que salir de nuestro propio ombligo y saber que tenemos un argentino que nos está dejando de maravillas. Mirémoslo a él y sigamos sus pasos”. 

  

¿Por qué sigue debatiendo tanto sobre el Papa? 

“Algunos quieren ser más papistas que el Papa o cosa similar, pero eso corre por cuenta de cada uno. Creo que, a veces, algunos voceros quieren sacar réditos diciendo que conocen mucho del Papa o hablan directamente con él, que el Papa les comenta o les dice. Esto porque él es argentino y eso parece hacernos creer que por ser argentinos nos sentimos con derecho a hablar de todo”.  

  

Era necesario clarificar… 

“Clarificar ayuda mucho, llamar a las cosas por su nombre es fundamental. Los argentinos somos buenos directores técnicos, buenos obispos, buenos presidentes, buenos senadores, buenos diputados, buenos papas. Nosotros creemos que lo sabemos todo y que podemos hablar sobre el Papa lo que queremos. Pero su figura es algo serio. Es un referente mundial y tenemos que darnos cuenta, de una vez por todas, que nos está dejando muy bien en el mundo. Debemos seguirlo, si lo hacemos nos va a ir muy bien”.  

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