Koki Ruiz expresó que el retablo, también conocido como el “altar de maíz”, fue la mayor obra que realizó en su vida. Fue tras salir de la reunión que mantuvo ayer con el presidente Horacio Cartes, en Mburuvicha Róga.

Relató, además, los momentos vividos el domingo a la noche poco antes de que el Papa tomara vuelo a Roma. Aclaró que desde la llegada del Sumo Pontífice hubo dos ocasiones previas en que tuvo oportunidad de ser presentado por el Presidente, pero que no quiso pasar él solo, sino que con todo su equipo de colaboradores.

“En el aeropuerto, cuando el Papa se acercó a mí me dijo: ¡Qué emocionante, qué emocionante!, y entendí perfectamente que no era una persona efusiva al hablar, pero sí muy expresiva. Con la mirada y con lo que dice llega hondo”, comentó Koki. Cuando le comentó acerca de la elaboración de la obra, el Papa le respondió: “Yo sé, yo sé”.

“Entonces le obsequié un cuadro que pintó mi hija referente a la religiosidad popular de Tañarandy. Su actitud y su mirada fueron muy emocionantes. Nos bendijo a todos los que estábamos en la reunión”, contó.

NO ESPERABA

Al ser consultado sobre su expectativa sobre el alcance que tendría la obra, al momento de diseñarla, el artista indicó que no esperaba la gran repercusión internacional, al punto que ya se habla de una nueva escuela de arte.

“Yo siempre me empeño por hacer bien las cosas. Sabía que las imágenes iban a ser un destaque del trabajo, pero no esperaba que las grandes cadenas de televisión se interesen exclusivamente en el retablo y que iba a ser noticia el estilo artístico. Eso no esperaba, fue una sorpresa. Incluso ya hay quienes hablan de una nueva escuela de arte, a partir de este retablo”, explicó.

Finalmente, Koki reiteró su agradecimiento a todas las personas que lo ayudaron en la creación de la gran obra, agregando que “fue la mayor experiencia de mi vida, la mayor obra que he podido realizar”.