Afro y sacerdote

Afro y sacerdote

En camino hacia el honor de los altares el padre Agustine Tolton, primer sacerdote afroamericano, muerto a los 43 años

por Luis Badilla

El 29 de septiembre de 2014, concluyó en Chicago, al cabo de cuatro años, el largo y complejo proceso diocesano para la beatificación de Augustine Tolton (1854-1897), primer sacerdote afroamericano de Estados Unidos, ordenado presbítero el 4 de abril de 1886 en la Basílica de San Juan de Letrán (Roma). La voluminosa documentación se encuentra ahora en manos de la Congregación para la Causa de los Santos, donde se abre una nueva etapa que debería llevar a la beatificación del sacerdote. El proceso diocesano había comenzado en marzo de 2010 y el cardenal Francis Eugene George afirmó ese día: “Necesitamos sus oraciones y su ayuda, sobre todo para ser una iglesia más unida. Su ejemplo de dedicación sacerdotal, su cultura y su predicación son un ejemplo para nuestros seminaristas y sacerdotes, y deben inspirar a los laicos”. El purpurado presidió personalmente la ceremonia de clausura del proceso no obstante sus precarias condiciones de salud. Falleció el pasado 17 de abril de 2015 (había nacido en Chicago el 16 de enero de 1937). En aquella oportunidad volvió a confirmar lo que ya había dicho en el pasado, es decir, que la conclusión del proceso diocesano fue una de las cosas más importantes que se hicieron durante los años que él estuvo a cargo de la arquidiócesis de Chicago. Y recorriendo la biografía del sacerdote, se comprende por qué.

Augustine Tolton descubrió su vocación religiosa a los 9 años, cuando comenzó a asistir a la escuela católica St. Peter’s en Quincy, Illinois, ciudad a la que su madre se había transferido para escapar de la esclavitud junto con otros dos hijos. Sin embargo, fue rechazado en todos los seminarios de Estados Unidos y finalmente viajó a Roma para cursar allí sus estudios. Fue ordenado sacerdote en San Juan de Letrán en 1886. Él quería trabajar en África como misionero, pero el día anterior a su ordenación le comunicaron que sería enviado a los Estados Unidos. El padre Tolton sabía el sacrificio que ello implicaba, pero aceptó serenamente la decisión. Volvió a Quincy, aunque allí los prejuicios raciales le impidieron desarrollar su ministerio y pidió que lo trasladaran a Chicago.

Comenzó así en 1889 a trabajar en la comunidad de los católicos negros locales, en un edificio comercial que utilizaba como templo. En 1891 resultó necesario construir una vedadera iglesia, que se hizo muy conocida con el nombre de Santa Mónica. En esa época mantuvo correspondencia con la futura Santa Katharine Drexel (fundadora de instituciones educativas para negros y amerindios segregados por el racismo), canonizada por Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000, quien aseguró el apoyo financiero a la nueva parroquia.

El padre Tolton murió a los 43 años debido a un golpe de calor, cuando volvía de un retiro espiritual para sacerdotes.

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