Pulen una agenda más "institucional" para la reunión con el Papa

Pulen una agenda más

Macri busca darle un sesgo más formal al vínculo con el Vaticano a partir de su encuentro con Francisco

La visita de Mauricio Macri al Vaticano el próximo 27 no sólo será el primer encuentro del presidente con el papa Francisco en carácter oficial, sino que también marcará un profundo cambio de rumbo en cuanto al tipo de relaciones con la Santa Sede.

La directiva por parte del Ejecutivo es "institucionalizar" el trato con el Vaticano y evitar hacer un uso político de la figura papal. La idea del nuevo gobierno es mantener la seriedad, aunque sin ser excesivamente protocolares, en el marco de una relación de Estado a Estado, dejando de lado la "farandulización" y el "personalismo excesivo" de los encuentros. "No se puede pretender que porque el Papa es argentino toda su agenda gire en torno a nosotros", aclaró una fuente del Gobierno. Con este estilo, desde Presidencia buscan reforzar un perfil austero, diferenciándose del gobierno anterior.

Dicen que no habrá más viajes en comitiva a visitar Roma para, de paso, sacarse una foto con Francisco. Tampoco las visitas oficiales podrán realizarse como una "escala" de camino a alguna cumbre o reunión internacional. Las audiencias con el Papa deberán ser exclusivas y con una agenda de temas definidos.

A raíz de la ruidosa última visita que realizó La Cámpora en septiembre de 2014 y algunos encuentros con celebridades en 2015, la Santa Sede tomó la determinación de quitar el "privilegio" de visita a los argentinos. Ahora, el pedido para una audiencia papal debe hacerse por Internet y pasar por las trabas burocráticas correspondientes.

Se retiró también el "corralito" dispuesto en la Plaza San Pedro para los visitantes de la Argentina que asistían a la audiencia pública que Francisco da todos los miércoles. Ese espacio existe, tradicionalmente, desde que Juan Pablo II se convirtió en papa, el primero no italiano en siglos, y se dejaba el lugar para los ciudadanos polacos. Con Benedicto XVI, continuó la tradición, con un lugar reservado para alemanes, y Francisco la mantuvo hasta el año pasado.

Una agenda flexible

El presidente se reunirá con Bergoglio el próximo sábado 27 de febrero por la mañana, en lo que formalmente será el único encuentro previsto. Sin embargo, no se descarta un almuerzo posterior. En tanto, la canciller Susana Malcorra sostendrá una reunión con Pietro Parolin, el secretario de Estado del Vaticano.

Si bien la comitiva que acompañará al Presidente no está del todo definida, se prevé una discusión profunda entre ambos jefes de Estado, e incluso algunas convergencias sobre las temáticas de narcotráfico, pobreza y la reconciliación de los argentinos.

Tampoco se descarta que, en plena crisis de Medio Oriente, el Papa solicite un cupo de refugiados para que reciba nuestro país. Además, y en relación con la "encíclica verde" que escribió Francisco a mediados del año pasado, estará presente la temática medioambiental, y, muy probablemente, concurra el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman.

Recientemente, un grupo de sacerdotes solicitó al Sumo Pontífice que no recibiera al Presidente hasta que se libere a Milagro Sala. Desde el oficialismo aseguran que no es un obstáculo para que se celebre el encuentro y que el tema no está formalmente instalado en la agenda.

Quien fue designado embajador ante la Santa Sede es el diplomático de carrera Rogelio Pfirter, que, ya jubilado, vuelve a prestar servicio por un pedido especial de Presidencia.Pfirter, ex alumno de Bergoglio en la secundaria en un colegio jesuita, es experto en asuntos nucleares y estuvo a cargo hasta 2010 de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). Se rumoreaba en los pasillos de Cancillería, antes de la confirmación del nuevo gabinete, que su nombre sonaba para ocupar el puesto de canciller.

Francisco, con Esteban Bullrich

ROMA (De nuestra corresponsal).- Se saludaron con gran afecto y se elogiaron mutuamente. El Papa recibió ayer al ministro de Educación del gobierno de Mauricio Macri, Esteban Bullrich. Ocurrió en el marco del Congreso Mundial de Scholas Ocurrentes sobre arte y educación, en el que se anunció que el próximo 29 de mayo se jugará un segundo partido de fútbol Interreligioso por la Paz en el estadio Olímpico de esta capital. Francisco conoce a Bullrich desde sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires. Siempre mantuvieron una buena relación y se notó.

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