Un encuentro que sirvió para tender puentes con la Iglesia

Un encuentro que sirvió para tender puentes con la Iglesia

El Presidente fue a la misa por el cura Brochero y coincidió con Poli y otros obispos

VILLA CURA BROCHERO, Córdoba.- La misa de cierre de la Semana Brocheriana fue el punto de encuentro del presidente Mauricio Macri con la cúpula de la Iglesia, encabezada por el cardenal primado y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli. El clima fue distendido y abundaron los gestos de acercamiento.

En Villa Cura Brochero, a 160 kilómetros de la capital provincial, Macri fue recibido con un respetuoso aplauso. "No fue una ovación partidaria, sino un gesto de agradecimiento de la gente", sintetizó un integrante del obispado de Córdoba a LA NACION. El Presidente llegó acompañado por el gobernador Juan Schiaretti y de su gabinete estuvieron Marcos Peña y los ministros cordobeses de Comunicaciones, Oscar Aguad, y de Turismo, Gustavo Santos.

Apenas aterrizó el helicóptero, Macri se dirigió al santuario del "cura gaucho", cuyo segundo milagro atribuido a su intercesión fue aceptado por el Vaticano el viernes último, por lo que el papa Francisco lo canonizaría en octubre, en Roma.

"Brochero es el ejemplo de la Argentina que queremos. Apostó al futuro, creyó en los cordobeses, trabajó cerca de la gente, fue un hombre positivo, siempre creyó en lo que hacía y eso es lo que necesitamos, apostar a futuro", afirmó el Presidente.

De saco azul, camisa celeste y pantalón claro, ingresó al predio La Providencia, donde se celebró la misa, y fue recibido por el cardenal Poli, y Carlos Ñáñez, arzobispo de Córdoba. Siguió la celebración en la primera fila, al lado de Schiaretti.

Poli dio la bienvenida a unos 4000 fieles a la tierra de "San Brochero" en referencia a la próxima canonización y, aunque su homilía tuvo un cariz eminentemente pastoral, insistió en varias oportunidades en la necesidad de imitar la "cercanía" a la gente que caracterizó al cura Brochero.

También destacó su integridad: "Administró los bienes con honestidad y no se le pegó nada. Esquiló a sus amigos a favor de los pobres". Cerró recordando que uno de los sueños del cura era que el ferrocarril llegara a la zona. "Tal vez algún día se cumpla", afirmó.

Palabras por lo bajo

Al momento del saludo de la paz, Macri se abrazó con Schiaretti y con algunos de sus colaboradores. Poli bajó de la tarima donde estaba el altar y se acercó a abrazarlo; en esos minutos intercambiaron algunas palabras.

Además de Poli y Ñáñez, celebraron la misa el obispo de Cruz del Eje, Santiago Olivera, y el arzobispo de San Juan, Alfonso Delgado, en representación de los lugares de donde son los niños en los que Brochero obró sus milagros.

Terminada la misa, y en tono más informal, Poli agradeció la presencia de Macri y lo bendijo a él y a su equipo. "Todos interpretaron positivamente este gesto de acercamiento del Presidente; confían en una nueva etapa de las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno", confió a este diario un referente eclesiástico, haciendo obvia referencia a los enfrentamientos registrados durante los años de kirchnerismo.

El de Macri no sólo fue un gesto hacia la Iglesia argentina; apuntó más arriba, a su relación con el papa Francisco. Según la canciller Susana Malcorra, "pronto" habrá un encuentro en el Vaticano. En los círculos cercanos a los obispos intentaron bajarles el tono a las especulaciones sobre "ruidos" en la relación entre los dos mandatarios.

"Pensemos que hay una nueva etapa, no que todo obedece a querer acomodar la agenda de visitas de Francisco", deslizó con tono optimista un miembro de lacuria porteña.

Comentá la nota