Los trabajadores del INTI pidieron a San Cayetano “por la reconversión de los empresarios y políticos”

Los trabajadores del INTI junto a sus compañeros despedidos participaron el último sábado de una misa en el santuario de San Cayetano del barrio de Liniers.

 

“Tenemos que pedir por la reconversión de los empresarios y políticos, que son responsables de dar trabajo”, fue uno de los pedidos mas fuertes que retumbaron dentro del Santuario de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, a metros de la Avenida General Paz. El llamado del sacerdote Roberto Quiroga pidiendo por quienes tienen la responsabilidad de generar empleo digno, recordó a más de uno lo que días antes el papa Francisco pidió a los católicos de todo el mundo para el mes de abril, rezar especialmente para que quienes tienen responsabilidades en los asuntos económicos, tengan el coraje de construir nuevos caminos que lleven a una economía de inclusión y de trabajo digno para todos.

 

“Rogar a Dios pero tenemos que acompañarlo con la lucha, el trabajo, el ejemplo”, dijo el sacerdote que bajó del altar para acercarse a los peregrinos presentes, entre ellos los empleados y despedidos del INTI que se encomendaban a uno de los santos predilectos de Francisco. En primera fila y parados, los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial -INTI- lucían sus pecheras verdes, una de las cuales fue firmada por el Pontífice el pasado 7 de febrero, al final de la audiencia general de los miércoles, a Néstor Escudero, un viejo conocido de sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires y uno de los 250 despedidos.

 

Además de ATE, también concurrieron a la misa representantes de otros gremios, como Luis Córdoba, secretario de organización de Camioneros junto a una delegación de trabajadores que tienen como referentes a Hugo y Pablo Moyano.

 

Al momento de las presentar las intenciones, uno de los trabajadores del INTI pidió “para que se termine este dolor de no ver a los compañeros en sus puestos de trabajo, ver que está vacío nuestro organismo nos produce un gran dolor porque no están, porque quedaron sin trabajo”.

 

No olvidando la frase que el trabajo no es mercancía es dignidad de un pueblo, el papa Francisco fue varias veces citado por el padre Quiroga y recordado por los participantes que una y otra vez leían un cartel a la derecha del altar con una gran foto del Papa que decía: “peregrino y amigo de los trabajadores”.

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