El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha hecho público en el día de hoy, un comunicado informando que tras la erupción del Volcán de Fuego en Guatemala, que – según estimas aun no definitivas – ha afectado a más de 1,7 millones de personas, obligando a la evacuación de sus hogares a cerca de 13 mil personas y causando más de un centenar de víctimas y alrededor de sesenta heridos, además de ingentes daños materiales, el Papa Francisco, a través de dicho Dicasterio, ha establecido enviar una primera contribución de 100 mil dólares para el socorro a las poblaciones en esta fase de emergencia.

Dicha suma, que quiere ser una inmediata expresión del sentimiento espiritual cercanía y aliento paterno de parte del Santo Padre Francisco, se repartirá, en colaboración con la Nunciatura Apostólica, entre las diócesis alcanzadas por la catástrofe y será empleada en obras de asistencia a las personas y a los territorios afectados por la erupción.

La contribución, que acompaña la oración, en apoyo a la amada población guatemalteca, es parte de las ayudas que se están activando en toda la Iglesia católica y que involucran, además de varias Conferencias episcopales, a numerosos organismos de caridad.

La violenta erupción se produjo en la tarde del domingo 3 de junio. El Volcán de Fuego, de unos 3.700 metros de altura, manifestó su potencia de forma imprevista, con una explosión de gas, humo y cenizas que oscurecieron el cielo cayendo en el territorio y dejando vastas áreas completamente sepultadas.

El Santo Padre envió de inmediato, a través de su Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, al Nuncio Apostólico en Guatemala, Mons. Thevenin, un telegrama manifestando su pesar tras la tragedia natural, y su cercanía con la oración por todos los que sufren las consecuencias.