El padre José “Pepe” Di Paola es el coordinador de la comisión episcopal contra la toxicodependencia y lo llaman el cura villero por su labor humanitaria en las villas más pobres de Argentina.

En esta oportunidad, participó en el Meeting Rimini (un encuentro social que se realiza todos los años en Italia y que esta vez fue del 19 al 25 de agosto). Junto con el director de la asociación “Le Rocher Oasis del Cités”, Jean Francois Morin, y la presidenta de la “Compañía de Operaciones Sociales”, Mónica Poletto, expusieron sobre la temática “ayuda a los pobres y marginados”.

El encuentro reúne a cientos de personas de todo el mundo especializadas en temas como cultura, economía, educación, salud, ciencia y religión, entre otros. Y allí se encontraba el amigo de Bergoglio, el padre Pepe Di Paola. Tras hablar y escuchar atentamente a otros disertantes, dialogó a solas con La República TV de Italia. Aquí un resumen con lo más relevante:

“Para salvar a los niños de los suburbios son importantes las tres C: capilla, colegio y club”.

“No me sorprende lo que está haciendo el Papa Francisco actualmente. Es el mismo de años atrás cuando era Arzobispo y se preocupaba por las villas, los migrantes y otras cuestiones”.

“Me inquieta el tema de la pobreza y que va de la mano con la salud. En las villas de Buenos Aires se puede observar kilómetros y kilómetros de basurales. Hay que trabajar para mejorar las condiciones de vida de la gente. La urbanización de las villas y mayores controles de salud ayudarían mucho y serían un avance importante”.

Finalmente, el cura de la villa La Cárcova se reunió con su amigo Francisco. Junto a él, intercambiaron ideas y pensamientos y le pudo contar su experiencia en el Meeting Rimini.