Mons. Dus inició al Año Vocacional Arquidiocesano

Mons. Dus inició al Año Vocacional Arquidiocesano

El arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Alfredo Dus, inició el pasado 3 de diciembre el Año Vocacional Arquidiocesano, que culminará en la fiesta de Cristo, Rey del Universo, el 25 de noviembre de 2018, y cuyo lema es fruto del consenso de todos: “Sí, demos el paso: ¡Cristo vale la vida!”. “Motiva este caminar pastoral el deseo de encontrar nuevas razones que fortalezcan nuestra comunión y nuestro servicio como Iglesia de Cristo”, subrayó en un mensaje.

El arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Alfredo Dus, inició el pasado 3 de diciembre el Año Vocacional Arquidiocesano, que culminará en la fiesta de Cristo, Rey del Universo, el 25 de noviembre de 2018, y cuyo lema es fruto del consenso de todos: “Sí, demos el paso: ¡Cristo vale la vida!”. 

En un mensaje, el prelado detalló las motivaciones de esta convocatoria y puntualizó que el objetivo es “encontrar nuevas razones que fortalezcan nuestra comunión y nuestro servicio como Iglesia de Cristo”. 

“En primer lugar, un año vocacional arquidiocesano propone descubrirnos como pueblo convocado por el Señor para desarrollar el gusto espiritual de estar cerca de la vida de la gente, hasta el punto de descubrir que esta cercanía es fuente de una alegría que ilumina la vida y la llena de sentido. Nuestra presencia de cristianos en medio de la gente y de la sociedad nace de una pasión por Jesús que al mismo tiempo es una pasión por su pueblo”, destacó citando la exhortación apostólica Evangelii gaudium. 

“Un año vocacional arquidiocesano nos anima a ponernos en camino, como un pueblo que tiene una misión. Debemos recordar siempre sin cansarnos de repetir lo que el mismo papa Francisco nos dice: ‘Yo soy una misión’”, sostuvo. 

El arzobispo chaqueño aseguró que “unn año vocacional arquidiocesano nos ayuda a dejarnos impulsar por el Espíritu Santo para encontrar con audacia nuevos caminos para anunciar el evangelio. Para ser hombres y mujeres que saben aprovechar los rayos de luz de un alba nueva, es decir los desafíos y las búsquedas de los jóvenes para vivir con ellos una renovada experiencia de fe y de pasión por la Iglesia y por el Reino de Dios”. 

“El mismo Espíritu nos empuja a ser capaces de una paciencia amable, para escuchar, para acompañar. Y, ese Espíritu Santo nos fortalece para no temer las resistencias del corazón humano para encontrarse con ese Jesús vivo que llama a nuestra puerta”, agregó. 

Asimismo, indicó que “un año vocacional arquidiocesano nos ayuda a reconocernos como un pueblo bendecido con muchos dones en personas y obras que hacen presente la misericordia de Dios. Un año pastoral arquidiocesano que nos desafía como pueblo y como Iglesia, cuya misión es testimoniar la comunión en la diversidad de servicios, ministerios y carismas”. 

Nos alegra redescubrirnos llamados a formar la Iglesia de Cristo porque se nos hace capaces de “convocar”, de llamar, de integrar. También nosotros podemos suscitar en muchos otros la actitud de escuchar la voz de Jesús que llama. Porque si vivimos nuestra llamada y la testimoniamos con humildad, también nosotros nos volvemos llamantes. 

La alegría de consagrar la vida a Él por nuestra gente, nunca deja indiferente y suscita la pregunta: ¿Cristo vale la vida?... y tantas veces es el inicio de una aventura de vida en la que Dios es protagonista. 

Tras puntualizar la importancia del lema, aseguró que “Cristo sigue llamando a seguirlo también hoy”. 

Monseñor Dus sintetizó que el Año Vocacional Arquidiocesano es una invitación a “testimoniar con todo nuestro ser que se es feliz buscando el bien de los demás y deseando la felicidad de los otros”. 

“Apoyados en su Palabra vivamos la alegría de la fe, con la esperanza que el mismo Señor sostiene nuestra entrega en su Iglesia y hace posible la fidelidad a su llamado por toda la vida”, concluyó.+ 

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