En Luján, Mons. Aguer alertó sobre la pobreza y pidió más vocaciones

En Luján, Mons. Aguer alertó sobre la pobreza y pidió más vocaciones

 Como cada año, la Iglesia platense peregrinó este sábado a la basílica de Nuestra Señora de Luján. Participaron de la misa los peregrinos provenientes de los cinco partidos que integran la arquidiócesis. La celebración fue presidida por el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer.

Los fieles de la arquidiócesis de La Plata llegaron el 13 de mayo – en el centenario de la Virgen de Fátima- a la basílica de Nuestra Señora de Luján en su 118ª peregrinación. 

La misa fue presidida a las 11 por el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, y concelebrada por los obispos auxiliares, monseñor Alberto Bochatey, OSA, y monseñor Nicolás Baisi. Contó con una gran concurrencia de peregrinos procedentes de los cinco partidos que integran la arquidiócesis (La Plata, Berisso, Ensenada, Magdalena y Punta Indio). A las 15 se rezó el rosario en la cripta, donde se encuentran las imágenes marianas de distintas partes del mundo. 

En su homilía, Mons. Aguer hizo referencia al debido culto a las imágenes, que "estaba prohibido en el Antiguo Testamento, por el riesgo de caer en la idolatría de los pueblos circundantes de Israel. En el Nuevo Testamento, sin embargo, con la humanación del Verbo de Dios, de la segunda Persona de la Trinidad, el Dios que se hace visible le da el debido fundamento al mismo". 

El prelado pidió que "en este Año Vocacional Arquidiocesano, se multipliquen las vocaciones al sacramento del matrimonio, y a la constitución de sólidas familias cristianas, con numerosos hijos". Llamó, para alcanzar ese objetivo, a que "nuestros jóvenes tengan noviazgos puros, castos; y que se animen a nadar contra la corriente de esta cultura fornicaria". 

Asimismo, y con respecto a las vocaciones de especial consagración, insistió en "seguir pidiéndole al Señor que nos mande muchas vocaciones al Sacerdocio. Gracias a Dios, en nuestra Iglesia platense, vamos teniendo vocaciones; pero las necesidades son siempre mayores. Poco a poco vamos llegando, cada vez más, a las periferias geográficas y existenciales; por lo general con sacerdotes jóvenes y fervorosos. Debemos seguir trabajando, entonces, para que se multipliquen". 

Al mismo tiempo, se refirió a la virginidad consagrada, en las congregaciones religiosas, o en el mundo: "Nuestra Arquidiócesis -sostuvo- tiene congregaciones religiosas abnegadas y misioneras; que llegan a los ámbitos más diversos. Tenemos que pedir para que el Señor les siga mandando vocaciones. Y para que otros jóvenes se planteen la virginidad consagrada, trabajando en el mundo, y evangelizando sus ambientes". 

En otro pasaje de sus palabras, monseñor Aguer se refirió al escándalo de la corrupción y la pobreza en Argentina. "La corrupción es generalizada -subrayó- en todos los niveles, y en todos los sectores. Y la creciente pobreza es un verdadero escándalo. En poco más de treinta años de democracia hemos llegado a un 33% de pobres... ¿Qué hacen los gobernantes? ¿Qué hace las dos terceras partes, el resto de la población, que no está en esas condiciones extremas?". 

Para finalizar, el arzobispo pidió trabajar por un país distinto: "Argentina ha vivido tiempos mejores. Hoy vive una situación extremadamente difícil; que nos lleva a preguntarnos sobre nuestro futuro. Y si, realmente, tendremos futuro", planteó, y pidió a los fieles contemplar a María "con el ojo que escucha... Escucharla mucho, sin hablarle tanto... Y dejar que, como en las Bodas de Caná, le pida al Señor por nosotros, y nos pida a nosotros hacer todo lo que Él nos diga".

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