“Siento que esta experiencia es un poquito más del ser misionero, del salir a caminar y encontrar al otro, en sintonía con el deseo del papa Francisco de reconstruir la Iglesia desde otro lado”, expresó a AICA Sebastián Vera el joven argentino que junto a Noelia López, participarán de la primera Hackathon del Vaticano (VHacks) que del 8 al 11 de marzo. 

Más de un centenar de jóvenes, estudiantes de unas 20 universidades del mundo, serán parte de un maratón colaborativo de 36 horas durante el que programadores, especialistas de marketing o diseñadores gráficos trabajarán juntos en proyectos relacionados con la inclusión social, el diálogo interreligioso y la crisis de los migrantes y los refugiados. 

Sebastián y Noelia, son los dos únicos argentinos que participan del hackathon y fueron seleccionados en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (Itba), donde están terminando la carrera de ingeniería en informática. 

Ambos jóvenes son exalumnos maristas y Sebastián participa además activamente de los grupos misioneros del colegio Champagnat y al preguntarles qué los motivó a formar parte de esta primera Hackathon del Vaticano no dudan de contar a AICA que “lo que más nos llamó la atención de esta hackathon, a diferencia de otras de las que hemos participado es que no tiene un tinte puramente tecnológico o lucrativo, ni está pensado para ayudar a una empresa determinada a mejorar sus negocios o presentar una innovación tecnológica sino que esta Hackathon del Vaticano tenía sus tópicos basados en lo social, en el diálogo interreligioso y en problemáticas tales como migración o refugiados. Eso fue lo que más nos llamó la atención desde el principio y por lo que decidimos anotarnos”. 

Además del orgullo que para ellos significa haber sido seleccionados como los únicos representantes de nuestro país, lo que los entusiasma además es que esta Hackathon reúne grupos interdisciplinarios y consideran que será para ellos una gran experiencia “poder ver cómo viven estas problemáticas en otras áreas o en otros lugares del mundo, reconociendo que cada persona tiene una percepción distintas de acuerdo al lugar geográfico en el que viven, su cultura y creencia religiosa”. 

“Siento que me puede ayudar a darle un nuevo significado a mi carrera, a buscarle esa vuelta de tuerca que siempre me faltó”, confiesa Sebastián. 

Primera experiencia de un Hackathon en el Vaticano 

Organizado por la Optic, red pluridisciplinaria de la Orden Dominica dedicada al estudio de la cultura digital y de su impacto en la sociedad y en los modos de vida, la Secretaría de Comunicación del Vaticano, junto a estudiantes de Harvard y del MIT, son los organizadores de este hackathon que recibirá a estudiantes de todo el mundo, entre ellos muchos no cristianos atraídos especialmente por la parte interreligiosa del proyecto. 

Durante 36 horas, en el Hotel Columbus, muy cerca del Vaticano, y en equipos de cinco personas, los participantes de “VHacks”, pondrán en práctica sus proyectos acompañados por mentores de empresas participantes como Google o Microsoft, pero también especialistas de los ámbitos en los que serán invitados a trabajar. 

La Sección Migrantes y Refugiados del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral pondrá a disposición de los jóvenes, para orientarlos, a personas del dicasterio que trabajan y están en contacto directo con los migrantes y refugiados.. 

“Demostrar que la web puede ser un factor de progreso y no solo de riesgos”, explicó el padre Eric Salobir OP, director de Optic, que ya organizó hackathons anteriores, en 2014 y 2015 en San Francisco y, en 2016, en París. 

En el Vaticano, los participantes trabajarán también bajo la mirada de responsables del Vaticano. “Observarán a los jóvenes trabajando en proyectos cercanos a sus preocupaciones. Será la ocasión para ellos de ver cómo la web puede ser un factor de progreso y solidaridad y que no solo se resume con los riesgos que el Vaticano suele señalar”, destaca el padre Salobir. 

Finalizado el encuentro dos mesas redondas examinarán la unión de los valores humanos y la tecnología, así como las implicaciones de los progresos tecnológicos sobre el desarrollo humano. Una manera, también, de hacer reflexionar a los jóvenes participantes sobre las implicaciones éticas de su trabajo. 

Además, las mejores ideas serán premiadas con un reconocimiento internacional y con una ayuda económica a largo plazo para asegurar el éxito en su futuro profesional.+