Defienden la actuación de Bergoglio en el caso Grassi

Defienden la actuación de Bergoglio en el caso Grassi

Por  Elisabetta Piqué

"No hubo presión sobre la Justicia", dijo Fuentes, miembro del Consejo Superior de Educación Católica

 

 "En el caso del padre Grassi, ni Bergoglio ni la iglesia argentina han hecho presión sobre la Justicia, para nada. Más bien han sido bastante explícitos en la importancia de que la Justicia pueda actuar e investigar en libertad. Creo que ha sido una investigación muy mediática, muy polémica, pero a la vez muy libre." Son palabras de Juan Ignacio Fuentes, miembro del Consejo Superior de Educación Católica Argentina (Consudec), experto en la lucha contra los abusos sexuales de niños, que fue uno de los oradores de un seminario sobre este flagelo organizado por la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores (PCTM) del Vaticano en la Pontificia Universidad Gregoriana.

En un alto de dicho encuentro, consultado por LA NACION y Télam sobre el caso del sacerdote Julio César Grassi, cuya condena a 15 años de prisión por abusos agravados fue ratificada el martes pasado por la Corte Suprema, Fuentes no tuvo dudas en despegar al actual papa de cualquier acusación de haber tenido un comportamiento equívoco. En el período en que estalló el caso, Jorge Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires -no de Morón, la diócesis de Grassi- y presidente del episcopado nacional.

"La actuación de Bergoglio fue totalmente neutral: la iglesia jerárquica argentina dejó actuar a la Justicia en este tema. Los movimientos de defensa del padre Grassi fueron más bien movimientos o de grupos aislados de sacerdotes o fieles, o gente de una línea muy específica de la Iglesia que se sentía atacada", aseguró.

"Bergoglio actuó bien, con total transparencia, y también los obispos de la región de Buenos Aires, que en ningún momento se pronunciaron, ni en ningún momento ejercieron presión", agregó.

"Yo viví muy cerca de ese lugar, yo trabajaba en la diócesis vecina de la Fundación Felices los Niños, por lo que conozco bastante el tema y me consta, porque conozco mucha gente de los tribunales, que no recibieron ninguna presión de parte de la Iglesia en favor de una supuesta defensa", puntualizó.

Victimizar a Grassi

Fuentes, oriundo de La Matanza, sí fustigó a ese grupo de sacerdotes que, cuando surgió el caso Grassi, intentó "victimizar a un posible culpable, culpabilizando a las posibles víctimas". "Yo soy adulto educador y si yo recibo una denuncia, por más que tenga la conciencia tranquila, yo tengo que entregarme absolutamente a la investigación y que nadie me defienda más allá de lo legal, porque cualquier defensa de mi persona va a ser una nueva victimización de la posible víctima", dijo.

En su presentación en el seminario, inaugurado por el cardenal estadounidense Sean O'Malley, presidente de la PCTM y al que asistieron varios otros purpurados, Fuentes mostró la experiencia de la Argentina en cuanto a la lucha contra los abusos sexuales de menores. Ayudándose con videos y fichas, destacó que en nuestro país se ha logrado una importante sensibilización y visibilización del problema.

Tanto es así que en los últimos cinco años se duplicaron las denuncias de estos crímenes. "En los últimos diez años hubo un crecimiento notable de la promoción y visibilización de esta problemática", dijo, al detallar que en 2010 hubo 6896 casos de abuso sexual denunciados, mientras que en 2015 hubo 11.273, el doble.

Hablando de la Iglesia Católica, aseguró que pese a los casos de abusos salidos a flote y el "desprestigio indudable" que esto creó en la institución, todavía sus organizaciones sociales y solidarias, como por ejemplo, Cáritas, "gozan de un capital importante de confianza social por sobre la política y otras instituciones".

"La Iglesia Católica tiene que situarse a hablar con la sociedad de esta problemática no dando cátedra, sino desde una postura de humildad y de diálogo. Tenemos cosas que ofrecer y también errores que reconocer. Y situarnos socialmente desde ese lugar puede ser muy beneficioso para la Iglesia y para la sociedad", concluyó.

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