En un comunicado, el CIRA señala que este encuentro que forma parte de una línea de tiempo de 1400 años desde que el Profeta del Islam Muhammad (B y P) comenzó a construir en Medina un activo diálogo y fraternal interacción con los cristianos del sur de la Península Arábiga, que luego continuó diez años después con el Pacto de Protección del Califa Omar Bin Al-Jattab con el Patriarca Sofronio en Jerusalén y más adelante, en el siglo XIII, continuó con la reunión de San Francisco de Asís y el sultán Malik al-Kamil en Egipto.

Al recibir al Gran Imam en su biblioteca privada del tercer piso del palacio apostólico, el Sumo Pontífice manifestó: “Nuestro encuentro de hoy es un mensaje de por sí”. Luego el Papa Francisco le regaló a su distinguido huésped la encíclica “Laudato Si” y un medallón de bronce con el olivo de la paz.

El Gran Imam Ahmad al-Tayeb arribó a la Santa Sede con una nutrida delegación de representantes de la universidad islámica establecida en El Cairo hace ya más de diez siglos. Fueron recibidos primeramente por el presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el cardenal francés Jean-Louis Tauran y el secretario de este dicasterio, el obispo español y eminente arabista-islamólogo Miguel Ángel Ayuso Guixot que también participaron del encuentro.

El Papa Francisco y el Gran Imam al-Tayeb se comprometieron “para conseguir rechazar la violencia y el terrorismo”. Al finalizar la reunión, se dieron un abrazo solemne.

«Y sin duda hallarás que los que muestran más afecto hacia los creyentes son aquellos que dicen: “Somos cristianos”. Es que hay entre ellos sacerdotes y monjes y no son arrogantes.» (El Sagrado Corán: Al-Maidah, La Mesa, 5:82).