En una visita de neto corte electoral, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, estuvo en Mar del Plata para apoyar la candidatura de Guillermo Montenegro, el candidato de María Eugenia Vidal en esa ciudad.

La actividad de Frigerio y Montenegro deja en claro que no solo la Gobernadora juega fuerte para ganar ese municipio, sino que también existe una decisión del gobierno nacional.

Juntos, recorrieron desagües pluviales del Arroyo del Barco, caminaron por una de las calles comerciales del puerto donde conversaron con vecinos.

Vidal se juega todo a Mar del Plata y elude a Macri

El ministro resaltó la importancia de las obras pluviales aunque destacó que "todavía queda en Mar del Plata un largo camino de obras y de inversión, que ahora va a tener que llevar adelante Guillermo".

En tanto, el candidato del gobierno destacó las obras y aseguró que "a lo que se apuesta es a ir en red con todas las obras que se hacen desde Provincia y Nación".

 

En Mar del plata se da un caso extraño, el intendente Carlos Arroyo -aislado- hizo una mala elección con su boleta corta (5,3%) y el municipio se lo disputan entre Cambiemos y el Frente de Todos.

Montenegro ganó la interna al vencer a la radical Vilma Baragiola, sin embargo, la candidata más votada fue la camporista Fernanda Raverta, quien tuvo el camino despejado toda vez que desde el Patria bajaron a quienes querían ir a una interna.

El problema para Raverta es que el ex intendente Gustavo Pulti -que quiso competir en la interna del Frente de Todos- fue por afuera con una boleta corta y sacó 18 puntos.

Vidal confirmó que seguirá en la Provincia: "me quedo acá, no me voy a ningún lado"

El caso es que Alberto Fernández consiguió 40 puntos, pero Raverta logró 28. En ese escenario, Montenegro podría verse beneficiado por la división de votos en el peronismo. Allí apuesta Vidal y también el gobierno nacional.

Desde el entorno de la Gobernadora analizan que de ganar en la ciudad balnearia con Montenegro podrán iniciar desde ahí una suerte de proceso de reconstrucción del PRO a nivel bonaerense.

"Me quedo acá, no me voy a ningún lado", dijo este jueves Vidal sobre su futuro político, dejando en claro que seguirá su carrera política desde la provincia de Buenos Aires, diluyéndose las chances de una candidatura por la Ciudad de Buenos Aires.

La Gobernadora sabe que la mayoría de los distritos que tenía en el Conurbano quedaron en la cuerda floja y ordenó hacer una campaña intensa en la ciudad, la segunda con mayor cantidad de población detrás de La Matanza.

Mientras tanto, un grupo de intendentes de Cambiemos que aún consideran tener chances de pelear claman en La Plata y en la Rosada por fondos para culminar obras y mercadería para repartir en los barrios.

Desde Lanús, Tres de Febrero, La Plata, Bahía Blanca tendieron un puente con Federico Salvai, jefe de Gabinete de Vidal. Los alcaldes le pidieron dos puntos básicos: fondos que la provincia adeuda a los municipios en obras, y que la Rosada gire recursos a los intendentes propios y no a los movimientos sociales.