Proteger el ambiente, una tarea que compete a todos en San Juan

Debido a las características de la propia geografía que tiene la provincia hay que tener especial cuidado con la contaminación de los valles.

El hecho de que en San Juan la población y la mayoría de las actividades productivas encuentren su desarrollo en los distintos valles precordilleranos y cordilleranos, es motivo para cuidar en extremo el fenómeno de la contaminación ambiental, ya que un descuido en la recolección y tratamiento de los residuos puede llegar a afectar seriamente a cada uno de esos lugares.

Si bien la provincia cuenta con un adelantado sistema de tratamiento de residuos sólidos urbanos, a través de 9 plantas distribuidas estratégicamente en departamentos asignados como cabeceras de región, siempre existe el riesgo de que los residuos no sean colocados en los lugares asignados y terminen esparcidos por todos lados. A esto hay que sumar otros tipos de contaminación ambiental propio de centros urbanos o del funcionamiento de algunos establecimientos industriales que pueden no estar realizando la deposición final de deshechos.

Pero como la contaminación ambiental es un tema que compromete a todos, es bueno conocer que una serie de investigaciones científicas ha determinado pautas de comportamiento que deben seguir los humanos para evitar que la ecología se vea afectada por una contaminación que, en el caso de San Juan, perjudicará seriamente a la biodiversidad y a la población sometida a una mala calidad de vida.

Para quienes creían que el reciclaje de residuos era una de las grandes soluciones a la contaminación, han surgido dos nuevos conceptos que hablan de reducir y reutilizar y que son más efectivos que el primero. Todos estos conceptos apuntan a una vida más responsable con el medio ambiente, a través de acciones como disminuir el consumo mal entendido con el fin de bajar el impacto ambiental, y exprimir al máximo la vida útil de cada producto para evitar los desechos excesivos de materiales producto de un despilfarro que debe ser controlado.

Como lo mejor que se puede hacer es evitar la generación de residuos o seguir acumulando cosas que no se necesitan, la tarea de reducir es la más conveniente. Si no generamos no hay nada para reciclar, tirar o contaminar. El concepto es bastante simple: minimizar el impacto ambiental, con un cambio de costumbre o de hábitos que no es nada fácil conseguir.

La provincia de San Juan genera por día más de 810 toneladas de residuos sólidos urbanos, de los cuales unas 120 toneladas son enviadas a plantas de procesos inorgánicos y orgánicos para desarrollos posteriores. De ese total 12 toneladas son recuperadas diariamente para su reutilización.

Una nueva forma de comprar y de consumir puede ser la llave que nos lleve a producir menos residuos. Desechar las bolsas de plástico, llevando bolsos desde el hogar, al igual que los envases de bebidas, son algunas de las tantas soluciones para evitar las grandes cantidades de deshechos que luego van a parar a la vía pública.

Reducir el consumo o reutilizar los residuos antes de mandarlos a reciclar es lo más conveniente. Pero en caso de no poder hacerlo, la mejor opción es separarlos para someterlos luego a un proceso de reciclado.

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