El ministro Andrés Larroque suma cuatro fugas en el instituto de Lomas de Zamora

El ministro Andrés Larroque suma cuatro fugas en el instituto de Lomas de Zamora

La desidia y el desinterés del ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires en torno al control del Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia continúan haciendo agua. Las fugas ya alcanzaron un pico histórico.

Promediando las 19.00 del día de ayer, cuatro jóvenes se dieron a la fuga del instituto de menores de Lomas de Zamora. El hecho que en sí mismo reviste una enorme gravedad y refuerza los cuestionamientos sobre la gestión del ministro Andrés “Cuervo” Larroque al frente del organismo.

Según pudo saber este medio, dentro de los cuatro fugados se encontraba uno de los imputados en el homicidio del conocido empresario Andrés Blaquier, asesinado de un tiro el pasado 29 de octubre cuando le robaron su moto en la autopista Panamericana.

Aunque parezca mentira, al ingresar en esa institución el joven había declarado a uno de sus psicólogos que de ese lugar sería fácil fugarse. De hecho, tres de los cuatro fugados habían participado días antes en el violento motín del que dio cuenta REALPOLITIK. En aquella oportunidad pudo verse a una juez de Menores ceder ante las demandas insólitas de los jóvenes reclusos, junto a personas del Comité Contra la Tortura (CPM).

Sin embargo, nuevamente el personal de guardia va a ser sometido a un largo sumario en el que hasta incluso podrían perder el trabajo, dando cumplimiento al apotegma que indica que “el hilo siempre se corta por lo más delgado”.

Mientras tanto, continúan los cuestionamientos en torno al manejo de fondos que debieran ser destinados a sueldos y horas extras. Según pudo saber este medio, durante los últimos días la caja del Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia (OPNyA) habría liquidado horas extras en el ya cerrado centro de menores de Pablo Nogués.

Aunque hartos de la situación, los trabajadores del área bromean con historias de fantasmas que se cuidan entre sí. “Seguime, Chango”, diría el entrañable José de Zer

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